Whispering Willows una aventura gráfica de terror

Whispering Willows es una aventura gráfica de las de siempre, ¡point and click al poder! Hacía mucho tiempo que no jugaba un juego de este tipo y aunque reconozco que ya no me atraen tanto como hace unos años, siguen demostrando una salud envidiable a la hora de contar historias entretenidas.

Supongo que podría empezar diciendo que Whispering Willows es un juego “indie” si por indie entendemos que ha sido desarrollado por una compañía pequeñita y con pocos recursos, Night Light Interactive. Además de ser haberse financiado a través de una campaña en Kickstarter (aunque a estas alturas esto no es indicativo de nada, la verdad).

Es un juego en 2D tipo sidescroller con una banda sonora misteriosa y tranquila. El arte recuerda un poco a la de los libros de cuentos infantiles pero adecuada a la historia que se está contando. Todos los escenarios, situados en una mansión, sus jardines y edificios anexos durante una noche, están llenos de pequeños detalles, especialmente el interior de la casa que crean perfectamente la atmósfera de soledad y abandono que el juego intenta (y consigue) transmitir.

Fuente: Steam screenshot by M Δ C ΣLa historia es no es larga y el juego puede completarse en unas tres o cuatro horas. Elena Elkhorn es una niña que busca a su padre desaparecido en una casa encantada, Whispering Willows. Siguiendo pistas y descubriendo las historias de los fantasmas que pueblan la mansión Elena va desvelando el misterio de su desaparición y la relación que la casa tiene con la historia de su propia familia.

No hay mucho en términos de interfaz con el usuario, ya sea en el caso de menús o de acciones posibles. La protagonista puede moverse de izquierda a derecha, bajar o subir escaleras y, lo más interesante, salir de su cuerpo en una especie de forma astral, desplazarse flotando por los escenarios y llegar a zonas inaccesibles. De esta forma Elena puede descubrir pistas o activar mecanismos que permitan seguir avanzando a su forma física. Hay un acceso al inventario, que realmente no sirve más que para recordar lo que llevamos encima, un diario con el registro de lo que vamos haciendo y una serie de notas que recolectamos por todo el juego y que narran las historias de los habitantes de la casa. La única pega importante que yo he encontrado con los controles es que Elena se mueve despacio. Puede correr pero sólo fuera de los edificios, lo que a veces hace que ir de un lado a otro de la mansión dé un poco de pereza.

A nivel de dificultad, no hay realmente ninguna, hay que tener cierto cuidado de no morir en algunas situaciones, pero como morir no tiene ninguna consecuencia más que cargar desde el último punto en el que se ha guardado, pues no es muy grave. Mi único problema con esto es que el juego graba automáticamente, afortunadamente lo hace cada vez que atraviesas una puerta para ir a una zona distinta y cada vez que se empieza un capítulo nuevo. La pena es que me he quedado a falta de un Achievement que ya no puedo conseguir a menos que me pase el juego otra vez. Cierto es que el juego está muy bien, la historia es entretenida y satisfactoria pero ahora mismo no me veo jugándolo de nuevo en el futuro próximo. Ésta es una de las pegas de muchas aventuras gráficas, que realmente una vez que resuelves los puzzles y sabes la historia pues no hay mucho más, no es un juego de acción o un RPG, en el que al final lo importante puede ser la acción en sí misma o el abanico de opciones disponibles.

¿Lo recomendaría? Pues en principio sí. Es un juego bonito, corto y agradable. Sería como leer un relato corto con el que tenemos cierta familiaridad, como un descanso entre novelas intensas y que requieren demasiada dedicación (sí, Dragon Age, te estoy mirando a ti).

El juego está disponible en la web del desarrollador y también en Steam, dónde creo que lo compré con alguna oferta de las que sacan de vez en cuando.