Storm King's Thunder Parte IX (Los relatos del bardo Ybd-el-Tarim)

Serie de relatos sobre las aventuras del paladín Kadash (dragonborn), bardo Caeldrim (elfo), exploradora Myev (semiorca), hechicera Nana (gnoma) y el pícaro Lint (humano) en la campaña de DnD5e Storm King's Thunder.
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Séptima parte aún no disponible
Octava parte aún no disponible

Luskan, la ciudad portuaria que provoca reacciones tan encontradas. Lo que para unos es un puerto de piratas y miseria, para otros es libertad y oportunidades.


Ybd-el-Tarim

A Luskan se dirigían nuestros aventureros tras el accidentado viaje desde Hundlestone cuando a unos cientos de metros antes de llegar a ella divisaron una enorme humareda negra que se elevaba en el horizonte sobre la ciudad y el puerto, rivalizando en parte con una enorme torre en forma de árbol, la Hosttower de la orden Arcana.

Algunas personas que parecían huir apresuradamente de la ciudad en sentido opuesto al grupo hablaban de un ataque reciente pero ya concluido en donde unos gigantes en un enorme barco habían atacado a la ciudad impunemente hasta que los magos de Hosttower habían hecho acto de presencia y los habían neutralizado.


Luskan. Fuente: https://thetyrannyofdragonsdawnofheroes.obsidianportal.com/wikis/luskan

Al entrar por fin el ciudad, la mezcla de olores de salitre, humo y detritus junto con una apariencia sucia y destartalada no les produjo la mejor de las impresiones y quizá con ganas de resolver cuanto antes su paso por la ciudad, se dirigieron rápidamente al puerto. Ahí esperaban encontrarse con Inirva Coldwater, la tía de Duvessa, y capitana de la Ola Danzante pero cuando atravesando calles y barrios con signos claros de haber sufrido un ataque llegaron por fin al puerto, el escenario fue desolador.

El puerto estaba en un estado deplorable y muy dañado por un ataque que a todas luces se había originado desde un barco de proporciones gigantes que era ahora presa de las llamas y se hundiría sin remedio en las aguas del puerto en las próximas horas. El grupo fue rápidamente a buscar el navío de la Ola Danzante pero de entre los más de media docena de barcos que allí atracaban, ninguno se anunciaba por ese nombre.

Frustrados, decidieron buscar refugio de la inminente noche en una taberna de puerto llamada El Farol Colgado desde donde una música de violín captó algo más que el interés de Caeldrim. Efectivamente, con un contraste difícil de explicar, el ambiente en la taberna estaba en un momento fantástico, con todo el espacio abarrotado de parroquianos y una elfa violinista subida a una mesa tocando melodías tradicionales marineras de letra picate y ritmo alegre. Caeldrim no tardó en sumarme con su caramillo y cuando la intérprete se tomó un descanso descubrió que no solo Sheila era una excelente violinista sino también la capitana del barco La Doncella Lunar y que conocía perfectamente a Inirva Coldwater de la que no había sabido en unos cuantos días.


Sheila Coppertree. Fuente: https://grosscrewoneoffs.obsidianportal.com/characters/sheila-coppertree

El resto del grupo se acercó y admitió su preocupación por esa ausencia prolongada y Sheila comentó acerca de un terrible rumor de un monstruo marino que se abatía de vez en cuando sobre algunos navíos, que desaparecían mar adentro. Nana no se creyó la leyenda del monstruo ni por un instante y en cambio bromeó con lo que realmente se escondería tras el tal "monstruo". Como quiera que fuese, entre el cinismo de Nana y el deseo de encontrar a Inirva del resto del grupo, acordaron zarpar a la mañana siguiente rumbo a su rescate.

Esa noche descansaron sin problemas y no hubo noticias de ningún ataque gigante. A la mañana siguiente y antes de volver al puerto a encontrarse con Sheila y la Doncella Lunar, el grupo siguió a Nana hasta Hosttower para pedir audiencia con la orden de hechiceros y obtener quizá más información sobre los ataques recientes. Al llegar, lo que en la distancia se parecía más a un árbol, se transformó en una gigante y tenebrosa mano que parecía querer dar el alto a los que se acercaban so pena de abalanzarse sobre ellos y atraparlos entre sus dedos. Y algo debió de sentir Nana en sus entrañas cuando una recepción primero displicente pero luego extrañamente amable le hizo declinar la invitación para entrar que ella misma había perseguido y sugerir al resto de aventureros que lo mejor era abandonar ese lugar cuanto antes.


La Hosttower. Fuente: https://forgottenrealms.fandom.com/wiki/Host_Tower_of_the_Arcane

Al llegar al puerto, todo éste bullía de actividad matutina, como si Luskan no hubiese sufrido un ataque tan cruento la tarde anterior. Si no fuese por el humo de algunas casas o la destrucción en algunos barrios, la ciudad podría bien haber dicho que el gigantesco barco, aún en llamas, que yacía prácticamente hundido en las aguas del puerto no era sino un atractivo turístico.

Sheila les recibió y puso rumbo a la última ubicación conocida del monstruo marino, criatura que para Nana seguía siendo una interesada denominación de uno o varios barcos piratas con una engañosa reputación que mantener ¡qué equivocaba estaba la gnoma y qué pronto sería precisamente ella presa del enorme poder de la criatura marina!

Unas horas en aguas abiertas y con la tarde venciéndose sobre la tripulación, todo el mundo comenzó a estar más alerta ante cualquier avistamiento o novedad. En efecto, cuando todavía se podía divisar a cierta distancia, llegó el grito de que unas formaciones rocosas y un faro aguardaban en el horizonte. Sheila sí parecía reconocer la existencia de ese faro pero hacía mucho tiempo que estaba en desuso, exactamente como ahora, sin ninguna luz que regalar a navegantes necesitados de una referencia.


El faro. Fuente: https://dl.richen.io/dnd/one-shots/The Secrets of Skyhorn Lighthouse [Kelsey Dionne] [5e].pdf

Y, de repente, mientras se formaba un debate en cubierta sobre si en esas formaciones rocosas encontrarían a la Ola Danzante encallada, Caeldrim el bardo gritó por encima de la tripulación "¡Una sombra bajo el barco! ¡Se mueve! ¿Lo habéis visto?" Rápidamente, la mitad de la tripulación y nuestros héroes y heroínas se asomaron por las barandas a tiempo para ver cómo el barco sufría una sacudida desde abajo en el casco al que rápidamente siguió otro que dejó a toda la tripulación en estado de shock. Un enorme apéndice con forma de tentáculo salió brevemente del agua para volver a perderse bajo el oleaje y eso fue suficiente información para Sheila que ordenó ¡A la isla! ¡A la isla! mientras asistía con terror a cómo el agua de mar alrededor del navío se transformaba rápidamente en una masa líquida aceitosa y oscura. ¡Hombre al agua! ¡Hombre al agua! gritaron en cubierta lanzando al mismo tiempo un cabo al mar donde un miembro de la tripulación se afanaba por mantenerse a flote entre el moco negro para poder agarrar la cuerda y ser rescatado.


Lo que algunos en la tripulación imaginaban que estaba sucediendo. Fuente: https://www.pinterest.com/pin/261631059572663477/?lp=true

Nana y Caeldrim, una a babor y otra a estribor decidieron atacar a la criatura que se adivinaba por debajo del barco mientras el resto, a las órdenes de Sheila trabajaba sin descanso para arribar cuanto antes a un puerto improvisado en las formaciones rocosas más adelante. Nana sintió una extraña sensación durante el combate contra la criatura marina, algo volvió hacia ella de vuelta cuando uno de sus rayos abrasadores impactó de lleno en el lomo del enorme ser pero pronto estuvo centrada en las voces a bordo y en no tropezarse por el suelo.

Kadash, Lint y Myev, por su lado, ayudaban en lo que buenamente podían para facilitar las extenuantes labores de manejo del barco y así encallar de forma controlada en la isla. Algo que sucedió unos pocos minutos después tras sufrir nuevos empellones desde el fondo marino. A salvo en la isla, el barco mostraba unas cuantas vías de agua de aspecto preocupante así que Sheila no tardó en dar órdenes para comenzar las tareas de reparación mientras el grupo de aventureros se encaminaba a explorar el faro abonando a unos cientos de metros isla adentro.

Una vez a las puertas del edificio de aspecto ruinoso, Kadash intentó derribar la puerta de la entrada pero sólo pudo hacerse daños en el intento ya que estaba firmemente asegurada por dentro. El paladín optó entonces por escalar parte de la pared gracias a una cuerda con garfio que Lint, muy certeramente consiguió fijar a una ventana más arriba y por la que el dragonborn pudo entrar a duras penas. Bajando por unas escaleras, espió el piso inferior y divisó una media docena de lo que parecían ser bárbaros hablando de una extraña lengua y mostrando además unas facciones extrañas que el paladín no supo reconocer. Se encontraban todos en una sala de planta semicircilar a la que daba dos puertas de dos estancias posteriores y contiguas.

El resto del grupo afuera esperaba una señal y ésta llegó de improviso cuando Kadash se lanzó a la carrera hacia la puerta de la entrada para levantar un gran tablón que hacía de freno a la puerta. En un instante alcanzó la puerta, tiró del madero y abrió la puerta hacia adentro para dejar pasar a todo el grupo, incluyendo a Bryn, que no parecía haber acusado mucho el vaivén del mar. Caeldrim pronunció unas palabras de poder y pudo entrar con su figura invisible, lo cual aprovechó para deslizarse sin ser visto hasta los mismos primeros escalones que había descendido antes el paladín.

El mismo paladín que ante la entrada del resto de los aventueros quiso intentar primero el parlamento con un sonoro y firme "Venimos en son de paz" que para sorpresa de ninguno de los allí presentes tuvo como única respuesta un ataque un tromba de los bárbaros allí presentes a los que rápidamente empezaron a sumarse más procedentes de las otras estancias.

Se entabló pues un cruento combate en donde las certeras flechas de Myev volaban en todas direcciones mientras Bryn corría y embestía según su mejor instinto, donde Kadash fijaba la vista en un enemigo e invocaba a Bahamuth para hacer de la criatura su enemigo singular, donde Caeldrim atacaba desde su ventajosa situación con hechizos y sortilegios que enloquecían la mente, donde Lint, siempre escondido en las sombras, acechaba y clavaba su daga por sorpresa y donde Nana... y donde Nana se veía incapaz de sentir el más mínimo deseo de combatir a esos seres y, por el contrario, optaba por darse un paseo rodeando por fuera la edificación. Y es que Nana, sin saberlo, había quedado atrapada por un embrujo de la criatura marina y no era dueña de sus actos, que en todo momento dirigía a una pacífica actitud en todo lo concerniente al combate que libraban sus amigos.

Ajenos a esta situación, y por pura necesidad, Myev, Kadash, Caeldrim y Lint se movían por la sala enfrentándose a cada bárbaro que se lanzaba sobre ellos. Algunos de estos bárbaros estaban hechos de otra pasta, mucho más dura, y la pelea se hacía más larga y sangrante si cabe. El agotamiento empezó a hacer mella en el grupo pero no debajan de salir más bárbaros acudiendo en ayuda de sus congéneres que, al entrar en la sala, se encontraban ya más de una decena de muertos en el suelo como funesta bienvenida. Fue quizá la carnicería y el efecto en la moral de los enemigos lo que hizo que, a punto de desfallecer el grupo, pudieran exigir a la desesperada la rendición incondicional y ésta se produjera de una media docena de los extraños habitantes del faro.

Coincidió en ese momento que Sheila llegó corriendo para conocer de la situación ya que los gritos y ruidos del combate la habían alertado. Lint salió a buscar a Nana, que para entonces había dado una vuelta completa al perímetro del faro, y no tuvo ningún miramiento al propinarle una bofetada tal que sacó a Nana de su trance hipnóticos y la dejó tan confusa como consciente de su vuelta a la normalidad.

¿Quiénes eran esos bárbaros y qué hacían en esa isla? ¿Tenían relación con la criatura marina? ¿Encontrarían a Inirva en la isla? ¿qué otros misterios escondían estas formaciones rocsosas a esta distancia de la costa? Me temo, querida y estimada audiencia, que tendremos que esperar al siguiente relato. Por esta noche solo me queda desearos una última buena ronda de bebidas y una generosa propina si os entretuve con mi relato.