Día 4. ¿Cuál ha sido el mejor máster/narrador que has tenido?

La cuarta pregunta del desafío va con toda la mala intención, ¿tengo que elegir? Ains!

La Llamada de CthulhuCreo que en este caso no puedo elegir uno, para mí hay dos máster que comparten el podio, cada uno en un tipo de juego y en un estilo. Así que voy a hablar de cada uno de ellos.

Borja (@Borja_Guillen), amigo desde el colegio (ahí es na’) es el mejor máster que he tenido nunca de Cthulhu. Teje unas historias alucinantes perfectamente ambientadas en la obra de Lovecraft y con toda la fuerza de los mitos. Sus partidas mantienen la tensión, con atisbos de lo que espera a los investigadores al final. Además de la temática perfectamente fiel al original y de la calidad de las historias, las dirige magistralmente, creando intriga y llevándonos a las situaciones culminantes con una mano muy acertada que hace que sin darnos cuenta nos situemos en la atmósfera adecuada. ¡Fantástico! Por cierto, Borja, a ver si diriges una partidita ?

Aventuras en La Marca del EstePara juegos de fantasía, fundamentalmente Aventuras en La Marca del Este, que es lo que jugamos más ahora, el mejor es Pablo (@diacritica). Al igual que Borja inventa o recicla unas historias que combinan elementos clásicos, dungeon crawling y roleo puro creando una fantasía perfecta. Su pasión por la obra de Tolkien da a sus partidas, a sus PNJ o a las descripciones que hace del mundo que rodea a los personajes un punto épico de fantasía clásica que ya quisieran muchas novelas del género poder igualar. Su forma de narrar es de una gran belleza, Pablo sabe utilizar el lenguaje como pocas personas que conozca y en sus partidas esa calidad se deja sentir en cada descripción o en cada interacción con un PNJ. Además, el empeño que pone en que nos creamos nuestros personajes, en que los conozcamos y los asimilemos, mandándonos deberes entre campañas, ha hecho que en nuestras sesiones de La Marca yo haya alcanzado un nivel de roleo de mi personaje como pocas veces había logrado antes. Está siendo una experiencia alucinante.

Pues ahí queda eso. Me siento una jugadora muy afortunada.