Corea del Sur: off the record (por Pablo)

Empecemos por decir que hemos disfrutado mucho el viaje, hemos aprendido mucho y hemos tenido momentos para recordar toda la vida, pero el país en sí, Corea del Sur, no nos ha dejado una gran huella, más bien nos ha decepcionado un poco.

La lista de países que hemos visitado hasta la fecha (a ver cuándo nos hacemos con un CV viajero al estilo de Yami o de Luiyo) es Portugal, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Holanda, Suecia, Suiza, Polonia, Irlanda, Inglaterra-Gales-Escocia (todos ellos), Estados Unidos (los estados de California, Nueva York, Massachussets, las dos Carolinas, Georgia, Florida y Luisiana) y Japón (aparte de dos estancias cortas en Shanghai y otra en Ciudad de México por temas de trabajo). La mayoría de estos países (o estados) los hemos visitado al menos dos veces. Éste es nuestro contexto de partida.


Ban Ki Moon. Fuente: Wikimedia Commons

Corea del Sur es una nación bastante desconocida en España. Ya no digo su gente, que aquí diríamos que son "chinos" o "japoneses" (cuando étnicamente son de ascendencia mongol). Es un país lejano que rara vez salta en las noticias salvo para hablar de su vecino del norte y el peligro de guerra nuclear contra Corea del Sur y Estados Unidos. Es decir, se habla de Corea del Sur cuando se habla de Corea del Norte. Los más eruditos saben que Hyundai, Daewoo, Kia, Hankook, Samsung o LG son marcas coreanas y los más conocedores se saben el nombre de algún coreano importante como Ban Ki-moon, que fue secretario general de las Naciones Unidas desde 2007 hasta 2016 o que los astilleros surcoreanos son una de las mayores amenazas para la competitividad española. Los que estamos más pendientes de la cultura pop en general también sabemos que hay numerosos jugadores profesionales de videojuegos o que tienen una industria musical de boy o girl bands muy potente en asia. Pero ya está, no hay mucho más. Por comparación, Japón, un país que está al lado, está mucho más presente en el imaginario colectivo. Por eso creo que es fundamental saber algo de la historia de Corea del Sur para entender mejor qué es Corea del Sur hoy y por qué nos ha dejado un poco fríos (y preocupados por el país, por cierto).

La historia hiper-resumida de Corea del Sur

Corea (yéndonos a los siglos pasados) ha sido tradicionalmente un país hermético y aislado que ha disfrutado de momentos de cierta paz y prosperidad salpicados por invasiones mongolas, chinas y japonesas. No ha sido un país imperialista ni colonizador, más bien un país que confiaba en quedarse al margen en su muy montañosa península.

La historia reciente (siglos XX y XXI) es muy tumultuosa. En 1910 toda Corea pasa a dominio japonés tras una invasión al estilo japonés imperialista, xenófobo, racista y sexista. Japón prohibe el coreano y su escritura e impone el japonés y su cultura, destruyendo o desmontando de paso numerosos vestigios de la dinastía Joseon, que aún hoy en Corea, se ve como la quintaesencia coreana (un poco su Edad Media europea mitificada solo que en su caso la época molona va del siglo XV al siglo XIX) junto con la ética confucionista.


Recreación de una boda tradicional coreana del siglo XIX, dinastía Joseon. Fuente: Wikimedia Commons

Esta ocupación japonesa gozó de numerosos colaboracionistas coreanos que pasaron a ocupar cargos importantes, tanto en ejército y policía, que actuaban tanto como represores de su propio pueblo como de tropas al mando de japoneses en tierras chinas. En 1945 Japón se rindió incondicionalmente tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki y Corea exigió recuperar su independencia, algo que las potencias alidas aceptaron. El problema es que siguiendo un modelo similar con Alemania y la incipiente Guerra Fría, La Unión Soviética paso a tutelar el norte de la península mientras que Estados Unidos hizo lo propio con el sur. El deseo de reunificar la península a toda costa sumado a la tensión entre la Unión Soviética y Estados Unidos hizo que Corea del Norte, con el beneplácito y la ayuda de Rusia y China, invadiera Corea del Sur en 1950.


A column of troops and armor of the 1st Marine Division move through communist Chinese lines during their successful breakout from the Chosin Reservoir in North Korea. Fuente: Wikimedia Commons

El ejército de Corea del Norte, asistido por Rusia, era muchísimo más potente que el del Sur, prácticamente inexistente, y en pocas semanas casi toda Corea del Sur estaba bajo el control de Corea del Norte (apenas se salvó la región de Busan al sureste). Estados Unidos se vio obligada a intervenir y envió una flota comandada por el ya archicondecorado General McArthur para cambiar la situación. Efectivamente, el genio militar de McArthur revirtió completamente la situación haciendo que las fuerzas surcoreanas fueran las que se hicieran con la mayor parte del control de la península. Entonces China decidió intervenir y envió un millón de soldados en apoyo de Corea del Norte. Esta "ola humana" muy pobremente equipada y que atacaba sobre todo de noche en combate cuerpo a cuerpo sufrió pérdidas terribles pero consiguió devolver la situación a unas tensas tablas. En ese momento comenzaron las negociaciones para un armisticio alrededor del paralelo 38 que se alargaron dos eternos años durante los cuales se sucedieron las batallas de "trincheras".

Cuando finalmente se acordó el armisticio (que no paz) habían muerto 3 millones de coreanos y la península entera estaba arrasada. Se establecieron los estados de Corea del Norte (República Popular Democrática de Corea) y Corea del Sur (República de Corea) y cada país quedó bajo dictadura militar bajo la tutela o amistad de la Unión Soviética en el caso del norte y Estados Unidos en el sur. La famosa DMZ, que discurre más o menos por el paralelo 38 cubre, de media, 2km zona norte y 2km zona sur para un total, de media, de 4km de zona desmilitarizada.

Así que en 1953 tenemos dos estados autócratas, uno pro-comunista en el norte y de claro sesgo anti-japonés y otro pro-occidente en el sur (pero no democrático) en el que se quedan los coreanos colaboracionistas de la época imperialista japonesa. El Norte experimentó un crecimiento y una prosperidad más rápida que el Sur durante los años 50 y 60, con mejoras en sanidad pública, igualdad de la mujer, renta per cápita, etc, mientras que el sur se quedó estancado hasta que el General Park Chung-hee, que había dado un golpe de estado en 1960, consiguió impulsar la economía del sur hasta niveles comparables al norte para finales de los setenta. Lo hizo a base de una planificación económica estatal en donde tutelaba la creación y desarrollo de grandes conglomerados empresariales "privados" conocidos como Chaebol, de los que son ejemplos conocidos Samsung, LG, Hyundai o Daewoo y otros desconocidos en occidente como Lotte. Básicamente, buscaba emprendedores audaces, les daba una "misión" en forma de empresa industrial, les inyectaba dinero a base de créditos blandos provenientes de ayuda estadounidense (à-la Plan Marshall) y del resarcimiento japonés y les iba pidiendo logros muy concretos, abriendo de vez en cuando la espita de la importación extranjera para mantenerlos espabilados. Este general se obsesionó con hacer de Corea del Sur un país de gente preparada y dedicó casi el 20% del PIB a educación en todos los niveles. El resultado es que a día de hoy, Park Chung-hee es una figura polémica porque fue un gran represor de los derechos civiles y de su propio pueblo pero se le adjudican el éxito de la industrialización y modernización del país. Como anécdota, murió asesinado en 1979 durante una cena por uno de sus más fielese allegados. En todo caso, el estado autócrata continuó tras su muerte.


Pyongyang Arch of Triumph. Corea del Norte, 1982. Fuente: Wikimedia Commons

A primeros de los noventa tenemos a las dos coreas con un nivel de industrialización muy equivalente pero suceden dos cosas claves para entender la divergencia que encontramos hoy. Por un lado, Corea del Sur pasa finalmente a ser de verdad un estado democrático en 1997 con las primeras elecciones libres, que las gana Kim Dae-jung, un antiguo preso político y opositor. Por otro, Corea del Norte sufre a mediados de década una hambruna terrible (por unas sequías devastadoras) en el que se estiman que pudieron morir hasta 3 millones de personas.

Así pues, con este trasfondo e información que hemos ido recopilando antes y durante el viaje, el país que visitamos este año tenía las siguientes características:

  • Una percepción de la sociedad de país centenario o milenario con fuerte arraigo confucionista mezclado con religión budista y cristiana a partes iguales que piensa que lo ideal es una península coreana unificada.
  • Una sensación de haber superado una época de grandes penurias a base de muchísimo esfuerzo y sacrificio para tener ahora un lugar de prestigio en el mundo.
  • Una democracia muy joven, de 20 años, tras 45 años de dictadura, una guerra brutal y 35 años de ocupación japonesa.
  • Una obsesión por la formación (a todos los niveles y en todas las edades) como fórmula de éxito.
  • Una concentración del sector privado en apenas 10 chaebol, herederas hoy de su privilegio en la época del intervencionismo-proteccionismo estatal.
  • 50 millones de habitantes repartidos en el equivalente a la provincia de Badajoz dejando el resto del país a las montañas y haciendo que prácticamente no haya desconexión urbana. "Una ardilla podría ir de tejado en tejado de una punta a otra de Corea del Sur".


Vista de Busan desde una de las colinas cercanas. Foto: Pablo Ruiz Múzquiz

  • Un PIB y renta per cápita equivalentes a las de España. De hecho, compartimos muchos rankings en variables macroeconómicas.
  • Una capital hipertrofiada, Seúl, que alberga la mitad de la población del país y que es la acoge a la mayor parte de la inmigración y expats (ya sabéis, la inmigración "guay").
  • Un vecino del norte, armado nuclearmente, con el que solo hay un armisticio, no un acuerdo de paz, y una relación amor-odio.
  • Corea del Sur está rodeada por superpotencias. Rusia, China y Japón pero también Estados Unidos.
  • Una pirámide poblacional muy envejecida y con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo, peor incluso que la española.


Pirámide poblacional de Coreal del Sur en 2016. Fuente: IndexMundi

  • Una marca país, conocida como "Korean Wave", muy presente en el este y sudeste asiático, compuesta por música pop y series y películas tanto de corte histórica (dinastía Joseon) como actuales, con tendencia al dramón.
  • Un paro estructural del 4% y unos servicios sociales en general de calidad.
  • Un acceso a Internet a la tecnología de consumo casi omnipresente con una de las mejores conexiones a Internet del mundo.

Lo mejor será hablar de aspectos concretos sobre el país que nos llamaron más la atención.

Sobre el paisaje urbano

Ya sea Seúl o un pueblo genérico como Pyeongtaek, las ciudades parecen tener muy poca planificación y han crecido de forma desordenada con bloques de edificios de varias plantas o los omnipresentes "apartaments" que son minirascacielos de viviendas sin ninguna gracia (ni ganas de tenerla). Salvo en barrios más financieros o de empresas, hay bastante suciedad en las calles con un exceso de bolsas de basura en las aceras (creemos que aun así la mayoría se gestiona dentro de los edificios). La reciente prohibición de fumar a menos de 10 metros de las estaciones de metro o paradas de bus hace que los callejones aledaños se siembren de cientos de colillas, lo cual es muy interesante desde el punto de vista de la visibilización del problema del tabaco pero al no haber papeleras, muestra poco cuidado por el entorno.


Panoramic view of Busan, with Busan Tower in the middle. South Korea. Fuente: Wikimedia Commons

No vemos personalidad en las ciudades o pueblos, es como si solo importara la funcionalidad pero ni siquiera la funcionalidad parece tener un modelo concreto. Dado que el país quedó arrasado tras la guerra de Corea en 1953, es lógico que muchos edificios sean "recientes" y básicamente utilitarios pero la combinación de aparente caos con el aspecto descuidado y sucio hace que esté muy atrás de otros países que atravesaron penurias muy semejantes como Japón o Alemania.

Busán, que es una ciudad que no sufrió tanto las penurias de la guerra, parece algo más graciosa pero puede ser efecto placebo.

Lo que llaman mercados tradicionales son zonas con comercios desvencijados vendiendo todos los mismos panties y fritangas, lo que en España llamaríamos "un bazar chino". Es curioso de ver diez minutos y luego empiezas a agobiarte.

Sobre la percepción de la gente

Éste es un tema muy amplio pero vamos a enfocarlo en tres aspectos; el tono serio general, la juventud y la necesidad de competir/destacar.

El tono general de la gente que hemos visto es de muermos. La gente va muy seria a todos lados. Obviamente te encuentras gente de todas las edades riéndose y gastando alguna broma pero cuando llevas unos días en el país ya eres consciente de que la gente está seria. Corea del Sur es un país de gente estresada pero que "apechuga" por el bien de su éxito profesional y el de su país. Se ven muy pocos grupos de personas, lo normal es ver a gente sola o en pareja (ella-él, él-él, ella-ella). Es cierto que se observa una diferencia entre la gente en Seúl y la gente "en los pueblos". Es probable que haya una diferencia significativa y que Seúl nos haya marcado mucho.


La mujer que nos preparó el sashimi en Sokcho claramente no era de Seúl y está claro que no está sola en Corea del Sur

La juventud parece estar muy preocupada con su aspecto físico. Ellas más pero ellos también mucho. Se miran al móvil-espejo muy a menudo y se tocan el pelo constantemente para dejarlo impecablemente colocado aunque sea el mismo peinado para toda una nación. Es como si hubiera UN modelo de mujer y hombre guapos en Corea del Sur y la gran mayoría lo buscara, creando una juventud clónica pero al mismo tiempo queriendo estar perfecto dentro de ese canon. Esto hace que la cirugía plástica sea muy habitual en ellas y se vea bien en las familias. El doble pliegue occidental de los párpados es la operación más común pero también el aumento de pecho o retoques en nariz o barbilla. En los barrios más ricos hay muchos anuncios de clínicas de cirugía estética y algunos hoteles se anuncian "a 5 minutos de la clínica de cirugía estética X", como uno el que estuvimos.


Izquierda, modelo/zafata de evento surcoreana. Derecha, cantante/modelo surcoreano. Fuente: Wikimedia Commons 1 y 2

Relacionado con esto pero ampliando a todos los grupos de edad, hay una cultura de competir para superar al resto y obtener mejor oportunidades. Esta cultura competitiva comienza su impronta en la infancia con el machaque de los padres. El origen está en el miedo a quedar relegado y no optar a los mejores puestos de trabajo, ya que la oferta supera cuatro veces a la demanda. No es un fenómeno solamente de sobrecualificación, sino de auténtico sacrificio por sacar la mejor nota o el mejor resultado en estudios y trabajo. Es la forma de destacar más socialmente aceptable y en mi opinión se basa en un sistema oculto de castas. Otras formas de destacar aceptables son todo aquello que no suponga jactancia sino a través de pequeños (o no tanto) elementos visibles (un coche de lujo, ropa de prestigio, etc). Esto explica lo super-equipadísimos que van todos a hacer una ruta senderista de 1h, en donde el dispendio y el colorido van a la par o los coches carísimos que se ven en las calles. Esta cultura de ser el número 1 está presente también en muchos negocios como restaurantes, generando la palabra más recurrente cuando preguntas cómo se siente un surcoreano; estresado. Esta impresión viene más por lo que hemos leído que por lo que hemos visto en dos semanas pero podría decirse que es totalmente plausible.

Finalmente, hay un asunto que nos dejó algo tocados. Las señoras mayores indigentes en la calle, algunas disfrazadas de vendedoras ambulantes de ajetes, guindilla o jinseng, que pelan y trocean con esmero para entretenerse. Estas señoras, arrugadas y encorvadas, se apoyan en las paredes del metro o cerca de los mercados tradicionales y venden por cuatro duros productos muy sencillos como forma de subsistencia. No tienen familia que las dé soporte y el estado acepta que sigan en la calle. Puede que algunas lo hagan para tener un extra de dinero aparte de una pensión pero la mayoría simplemente necesitan de esa limosna de 1000 won (70 céntimos de euro) por canastillo de ajetes para poder ir tirando. A algunas las ves dormitando a medianoche dentro de las estaciones de metro de Seúl y Busán y te preguntas para qué sirve un estado próspero si no puede ocuparse de sus mayores cuando no tienen a nadie más.

Sobre el sexismo

La imagen de la mujer en los medios y la publicidad es de doncella/ama de casa mona y desvalida. No exagero. Con las raíces en el confucionismo más rancio en donde hay un orden en la sociedad y en la familia y la mujer ha de ser ama de casa, mujer y madre ejemplar, Corea del Sur abraza completamente este modelo al menos en los medios de comunicación. En una escala del 0 al 10 de sexismo en la publicidad, Corea del Sur está en un 8. No está claro que sea un fiel reflejo de la sociedad, que sabemos que en todo caso es bastante sexista, pero no entiendo cómo no hay un debate sobre este tema. En su producto "media" más consumido y exportado, las bandas de música pop de muchos integrantes, ellas están mucho más cosificadas que ellos en sus contratos con las discográficas.

En el ranking WEF Global Gender Gap Index, Corea del Sur está en la posición 115 de 145 países. España, por ejemplo, está en la posición 21.


Mapa de color de brecha de género según el WEF Global Gender Gap Index. Se ve que Corea del Sur, junto con su vecino Japón, están en niveles muy preocupantes. Fuente: Wikipedia

Nos recuerda a Japón con unas cuantas diferencias, la más obvia es que aquí no hay imágenes de lolitas por todos lados.

Esta entrevista sobre sexismo en Coreal del Sur a una surcoreana en The Typewriter en 2017 resulta una lectura muy interesante.

Sobre el consumo de cultura

La cultura abarca muchos ámbitos y más si le añadimos el apellido "pop". En dos semanas en el país creemos que hemos visto a una persona leyendo un libro. Para todo el tiempo que hemos dedicado a viajar en transporte público, es preocupantemente bajo. Somos capaces de detectar si alguien está leyendo un ebook en el móvil porque el movimiento de los dedos en la pantalla traiciona fácilmente y eso no sucedió. No hemos visto ni una sola librería de barrio, solamente cadenas grandes, normalmente en centros comerciales.

A cambio consumen muchísimo facebook, youtube y chat. Esto es más acusado en la gente joven, empezando por los niños y niñas que tienen móvil antes que en España, hasta la gente que roza los cuarenta.


Un grupo K-pop masculino durante la gala Korea in Motion de 2013. Fuente: Wikimedia Commons

Hay mucho contenido, como comics digitales, que están adaptados ya directamente para verse con las viñetas en vertical y funcionan con scroll táctil. Sobre todo, me llamó la atención la velocidad con la que revisaban contenido en facebook para dedicarle unos segundos, descartarlo y seguir bajando en el scroll infinito. Parece como si yo fuera un abuelo cascarrabias hablando de la juventud que está tontaina ¿no? y soy poco sospechoso de opinar así pero en el caso de Corea del Sur me han saltado muchas alarmas.

En televisión los programas más vistos son culebrones coreanos (en donde se exprime el concepto del "han", que se puede traducir como una tristeza nostálgica autocompasiva arrolladora) y espacios alrededor de las bandas k-pop, herederas del modelo j-pop pero que han superado a éstas en popularidad fuera de Corea del Sur y Japón (en parte porque Japón sigue cayendo mal en Asia, creo yo). Estas bandas son productos de marketing bien montados en donde los integrantes llevan vidas semi-esclavas a cambio de la popularidad y el dinero. Generan tanto fervor que también se da el fenómento de los grupos antifans, que son trolls haters enfocados a una persona o grupo en concreto.

¿Estudias o trabajas? Todo por la patria

En Corea del Sur sospecho que tienen un serio problema y es que han confundido correlación con causalidad en un aspecto tan importante como el desarrollo de su país. Efectivamente, entre los sesenta y setenta, el país experimentó un crecimiento muy importante gracias en parte al esfuerzo de la población en seguir los planes de industrialización marcados por el gobierno autócrata. Eso también lo conocemos en España porque se llama la etapa del "desarrollismo" que abarca exactamente el mismo tiempo. Es decir, hubo una serie de países que tras la segunda guerra mundial (o sus propias guerras civiles) y un periodo de estabilidad institucional, se dedicaron a entregar el control del progreso a los economistas primando el aumento de la renta per cápita como una medida clave del éxito. Es un crecimiento muchas veces basado en la exportación de bienes del sector secundario a precios muy competitivos construidos por una fuerza productiva bien formada.

Naturalmente, para que esto funcione otros países tienen que querer esos productos porque ellos también están creciendo y "tiran" de ti. En Corea del Sur se llegó a acuñar el término "soldados industriales" a la fuerza trabajadora que hacía realidad el milagro del progreso del país.

El problema, como decía antes, es que por lo que hemos leído la gente en Corea del Sur cree a pies juntillas que todo se debe a su enorme esfuerzo y sacrificio. Horas y horas de estudio y formación a la que se sumaron jornadas interminables en el puesto de trabajo y así siguen hoy en día, sin apenas cuestionar ese modelo (aunque empieza a haber voces disidentes entre la juventud y algunos políticos como el alcalde de Seúl).

Uno no puede no sentir cierta empatía con un país que busca desesperadamente no volver a ser invadido y que cree que una relevancia económica y de comercio con otros países les hará más valiosos como socio y no como país a invadir. Pero al mismo tiempo alguien les tendría que decir que tiene que haber otro modelo, en España tenemos variables macroeconómicas y sociales similares y nadie se plantea que los niños tengan que dedicar unas 16h de media a los estudios cada día o considerar como normal jornadas laborables de 14h en donde la productividad de Corea del Sur es de las más bajas del mundo, como no podía ser de otra forma.

El caso es que en cada fase de la vida de un coreano del sur, se van dejando horas y horas en su "deber" aunque éste a veces no esté justificado por ningún dato racional. Y a las empresas les compensa la mejora marginal en su rendimiento económico con esa enorme bolsa de horas extra al año porque el coste de una hora extra (cuando se registra, si se registra) es de las más bajas del mundo desarrollado.

Volviendo un momento a la época de estudiante, la vida escolar es una sucesión de horas en el colegio y horas de clases particulares todos los días de la semana. El domingo, que no hay clase, simplemente hay más horas de clases particulares. El objetivo no es tener un buen rendimiento o aprender unas nociones, sino tener los mejores resultados académicos para ir optando a las mejores oportunidades, especialmente las universidades, de las que la Universidad Nacional de Seúl es la número 1 y el objetivo obsesivo de la mayoría de los padres en Corea del Sur. Como decía más arriba, es posible que esto se diluya un poco en los pueblos (iba a decir zonas rurales pero realmente no hay mucha zona rural en Corea del Sur, es todo urbe más o menos grande).

Conclusión, nos da la sensación de que el ocio es escaso y probablemente mal gestionado y en todo caso es un medio para el mismo fin, destacar, competir y ganar.

El problema de la natalidad

Corea del Sur tuvo este año una tasa de natalidad de 1.05, su mínimo histórico, y no parece que vaya a mejorar mucho en los próximos años. Hay dos motivos principales:

  • Es carísimo tener un hijo, ya que el sobrecoste de toda la formación suplementaria (a veces enviando a los hijos a estudiar a Estados Unidos como Plan B si no se consigue acceso a universidad top coreana) drena la economía familiar.
  • Con la necesaria incorporación de la mujer al mercado laboral y con las maratonianas jornadas laborales, aparecen costes adicionales como las guarderías (que son muy caras) para poder atender a los hijos en un rocambolesco horario diario.

Muchas parejas directamente no tienen hijos porque no se los pueden permitir y podrían poner en peligro su carrera profesional, algo que la sociedad considera importantísimo. La mujer sufre mucho la llamada "curva M". Tras sus estudios superiores, encuentran un trabajo, pero a los pocos años tienen un hijo y dejan el mercado laboral para incorporarse muchos años más tarde en puestos de baja cualificación.

Los buenos modales y los coreanos del sur

Parto de la base de que en España no somos especialmente educados. Somos de trato agradable, dicharacheros y hasta buenos anfitriones, pero creo que no somos gente bien educada. En una escala de 0 a 10 diría que estamos en un 5. Para mi gusto los coreanos del sur están en un 4. El resumen podría ser que "van a lo suyo", que es una forma de descortesía. Sí, te sonríen y están esas minireverencias cuando te atienden en un comercio y restaurante pero son fórmulas por inercia, no las sientes genuinas.

No sé si es porque lo consideran superfluo ¿qué ganan con ello? pero cuando en las reseñas de hoteles o de B&B algún occidental habla de "auténtica hospitalidad coreana" yo leo entre líneas "¡se interesaban por mí de verdad!".

Es posible que no estemos detectando códigos que ellos sí. Es decir, que caras inexpresivas o pequeños empujones en el autobús no se identifiquen con malos modales o que haya buenos modales que no estamos identificando.

Sobre la comida coreana

La cocina coreana es muy diversa incluso para un país tan pequeño. Comen de todo y tienen una fantástica tradición pesquera que hace que te parezca estar en una lonja de Cádiz cada vez que vas a alguno de los restaurantes especializados en marisco o pescado, nada que ver con Reino Unido en donde parece que les da cosa ver un pez entero en el mercado.

Comen verdura, noodles de diferentes tipos (gustan mucho del trigo sarraceno), carnes guisadas o en barbacoa, pescado crudo o frito, etc.


Angela y yo comiendo en Sokcho

Sin embargo, me llamó la atención el modelo "a granel" de sus platos, que también se da en parte de la cocina japonesa pero no tanto. Esto es, por decirlo de forma técnica, el contenido de los platos es isotrópico, es decir, da igual hacia donde vayas en el plato, ves la misma combinación de ingredientes. Esto se repite en los platos principales y en los platitos de acompañamiento. Sin duda, es una forma de abaratar el coste de preparar los alimentos y explica por qué comer en Corea del Sur es en general muy asequible (además de no complicarte la vida con los palillos) pero hay poco espacio para la sorpresa en cada plato. Una vez que has probado un bocado, ése es el sabor de todo el plato.


Plato de pollo picante en Suwon. Estaba muy rico, aunque al día siguiente lo sufrimos.

En cuanto al picante, no es omnipresente pero es muy habitual y hay que andar con ojo. Usan guindilla y polvo de guindilla además de aderezos picantes en donde el ajo tiene un papel importante. Yo disfruté de la comida coreana pero me saturé antes de lo que pensaba, tras unos diez días de viaje.

El extranjero en Corea del Sur

Aquí solo puedo hablar como turista y no como inmigrante/expat trabajando en el país. Creo que ven al extranjero turista como algo que da cierto orgullo aunque algunos extranjeros seguramente les dan más orgullo que otros. Por ejemplo, España gusta (al igual que otros países europeos) así que te tienen más aprecio que si eres un turista filipino o vietnamita. En Corea del Sur hay muy poca inmigración (en torno al 4% frente al 9.8% de España, que no es de las más altas de Europa, como el 12% de Alemania) pero la poca que hay (china principalmente) es tratada con bastante condescendencia.

Me temo que Corea del Sur va a descubrir sus "valores" racistas y xenófobos en pocos años cuando, necesiten o no de la inmigración, ésta se produzca con mayor intensidad y la homogeneidad étnica de la población se "desdibuje" un poco. En una encuesta reciente a PYMES, el 67% decía preferir a inmigrantes norcoreanos que a otros inmigrantes (en el hipotético caso de que eso pudiera suceder) y creo que más allá delas ventajas comunicativas que argüían, está la preferencia étnica.

Un hijo de un matrimonio mixto no será realmente surcoreano, igual que sucede en Japón. El artículo en la Wikipedia sobre el racismo en Corea del Sur es corto y claro y este artículo del New York Times sobre los incidentes a raíz de la petición de asilo de refugiados yemeníes proporciona más contexto aún.

La reunificación de las dos coreas

Yo lo veo complicadísimo. Es un tema recurrente en la sociedad y medios coreanos y, a mí parecer, resta muchísima energía de otros temas importantísimos que Corea del Sur necesita resolver.

Los coreanos, del norte y del sur, añoran la época de una Corea unificada porque lo asocian a tiempos más prósperos (su mito de nación). Comparten una etnia homogénea diferente de sus vecinos, lo que les une más entre sí, además de un idioma propio, etc. El problema es que han simplificado el problema de partida diciendo que Corea se dividió por primera vez en dos coreas en el año 1945 tras el fin de la ocupación japonesa y la división por parte de la Unión Soviética y Estados Unidos al estilo de Alemania. Ya desde 1910, tras la invasión japonesa, Corea estaba partida en dos, los colaboracionistas y la insurgencia. Oficialmente cuentan los años desde 1910 y 1945 como una Corea unida pero es ficción, era una colonia japonesa. Cuando se formaron las dos coreas, los colaboracionistas se quedaron al sur y los insurgentes se fueron al norte, consolidando "las dos coreas". Tras 75 años desde la firma del armisticio, mucha gente ha nacido (y muerto) con dos coreas evolucionando por separado.


Bandera "oficial" del deseo de (re)unificación de la península de Corea. Fuente: Wikimedia Commons

¿Quién gana con la reunificación? Es una pregunta que hay que hacerse y ser muy honesto con la respuesta. La respuesta, que comparto con otra gente que ha evaluado la crisis de la península, es que los únicos que ganan realmente son los habitantes de Corea del Norte. El resto, o no gana o pierde algo.

Rusia y China pierden a un peón político en su frontera este y a cambio podrían ver a una Corea más poderosa y aliada de Estados Unidos en su "jardín trasero" al estilo japonés.

Japón vería a Corea, con 75 millones de habitantes, un rival aún más formidable en la lucha por la segunda potencia económica de Asia.

Estados Unidos perdería la magnífica excusa que le da Corea del Norte para mantener tropas desplegadas en la península y mantener su peso específico en la región más cercana a Rusia y China.

¿Y Corea del Sur? La reunificación de las dos coreas supondría para Corea del Sur un coste estimado de 1 billón de dólares, un parón en su crecimiento y una inmigración de millones de norcoreanos al sur. La unión de las dos alemanias, que muchas veces se pone como ejemplo, tenía a la RDA en relación 1:3 con la Alemania Federal, pero Corea del Norte está en 1:20 respecto de Corea del Sur, además de tener un aislamiento del mundo muy complejo de resolver. ¿Y qué sistema de gobierno imperaría? Damos por hecho que el democrático del sur pero quizá sería un híbrido manteniendo cierto status quo en las élites políticas del norte, élites que tampoco tienen mucho que ganar con la reunificación.

Lo dicho, los únicos que parece que ganarían claramente serían los habitantes de Corea del Norte, los únicos que no tienen ni voz ni voto.


Vista de la DMZ y, más allá, de Corea del Norte, desde un observatorio en Corea del Sur

Por eso, quizá más recientemente, la prioridad de Corea del Sur no es tanto la reunificación, sino la desnuclearización de la península, que es algo muy diferente. Además, la gente más joven tiene mucho menor interés en la reunificación que sus padres o abuelos, que la añoran más.

Por ello, cada año que pasa sin la reunificación, más lejos queda ésta. La gente que se cree más sabia con estos temas critica a la opinión internacional por dar la sensación de que la reunificación puede suceder cualquier día de éstos (por ejemplo, por un asesinato del amado líder) y argumentan que la reunificación llevará su tiempo, quizá otros 70 años. Pero entonces, con casi dos siglos sin una Corea unida (de verdad) ¿no es más probable que se quede así durante los próximos siglos? Estas cosas pasan en la historia. Cuando argumenté esto a nuestro guía coreano (experto en la historia de Corea por su trabajo anterior en museos de historia coreana) se quedó callado varios segundos (yo diría que preocupado por a dónde le conducían sus pensamientos) y al final dijo "Sí, pero yo creo que al final nos acabaremos reunificando". Lo que tú digas.

Mi teoría es la siguiente. O el pueblo norcoreano se rebela contra su élite y establece un nuevo gobierno (algo altamente improbable por la tradición confucionista del líder-padre) que abra una nueva etapa con Corea del Sur o lo mejor que puede hacer Corea del Sur es conseguir la desnuclearización y seguir su propio camino.

Aspectos que sí me gustaron de Corea del Sur

No todo es negativo o crítico con el país, hay muchas cosas que me dejaron buen sabor de boca.

Para empezar, con una democracia tan joven, uno tiene la sensación de que lleva mucho más tiempo en efecto. Uno de los mejores síntomas es la poca presencia policial en las calles (por no hablar del ejército). De vez en cuando se ven policías o a algún coche patrulla pero en general, uno tiene una percepción de seguridad y libertad sin la presencia policial constante.


Una calle peatonal en el barrio rico de Gangnam, Seúl, con la misma sensación de seguridad SIN presencia policial que cualquier calluejuela de un pueblito

La red de transporte público con trenes, metro y autobuses tiene muchísima capilaridad, es asequible y funciona muy bien. Salvo el hecho de que los conductores de autobús arrancan por sorpresa y de que algunos autobuses se ven un poco viejos, hemos podido movernos con muchísima comodidad con una única tarjeta de transporte, la "t-money" que realmente es un monedero digital para el transporte. Esto reduce muchísimo la barrera de la movilidad y es un acicate para el uso del transporte público.

Para compensar un urbanismo salvaje parece que han respetado escrupulosamente los espacios verdes que tienen cerca de las ciudades y es muy fácil escapar a esos bosques o colinas y desaparecer en rutas que en Madrid te obligarían a irte muchos más kilómetros en coche.


En una de las puertas de la fortaleza en la ciudad de Busán, cerca del templo de Beomeosa

El nivel de accesibilidad general en Corea del Sur es muy alto o eso me pareció a mí a juzgar por la cantidad de ascensores, accesos para personas con movilidad reducida y guías en aceras para invidentes tanto en las grandes ciudades como en pequeños pueblos.

Aunque su nivel de inglés es muy bajo, como en España, siempre sientes que tratan de hacerse entender con la mejor de las actitudes. Sabemos que contamos con el privilegio de (parecer) ser europeos pero en cualquier caso, nunca hemos tenido un intento de pedir ayuda o información que fuera abortado por el surcoreano. Y en varias ocasiones se nos han acercado espontáneamente para interesarse por nosotros y por si necesitáramos ayuda, algo que no es tan habitual como pueda parecer.


La mujer que nos atendió de maravilla para comprar nuestros anillos de cuerno para tiro con arco en Suwon

Y una anécdota. Cuando una mujer que estaba aprendiendo a montar a caballo se ofreció a llevarnos 2km andando hasta una parada de autobús, surgió el tema de a qué países iban de turismo los surcoreanos. Ella dijo que Francia, España, Italia, etc. Le pregunté por Estados Unidos y ella dijo no con la cabeza y escribió en la app de traducción que usábamos "America is scary".

Mi preocupación con Corea del Sur

Si has conseguido llegar hasta este punto del "textwall" tendrás la sensación de que ando un poco preocupado por el futuro del país. Es totalmente cierto.

Creo que Corea del Sur está en una situación muy complicada por mucho que sus rankings mundiales la coloquen a la vamguardia mundial. Por decirlo de una forma que entendemos bien en España, creo que Corea del Sur podría estar experimentando una burbuja y sin una gestión impecable de toda la sociedad, podría acabar muy mal.

En primer lugar, la felicidad de sus habitantes no parece la prioridad, su bienestar es secundario. Lo importante parece ser asegurar su soberanía e independencia a través de su capacidad de ser un socio comercial relevante frente a China, Rusia y Japón, manteniendo una buena relación con Estados Unidos en el ámbito militar. Este objetivo, si es así, lo están pagando innecesariamente caro, dando a cada ciudadano del país la misión de servir a la nación por encima de su familia y realización personal y la juventud actual de Corea del Sur puede (por agravios comparativos) no aceptar este particular contrato social en los próximos años.

Su pirámide poblacional da vértigo y su "hucha de las pensiones", de las más abultadas del mundo, puede correr la misma suerte que la española en una década. La concentración de la industria y servicios en muy pocas empresas "Chaebol" es un igualmente un riesgo altísimo. La caída de una sola de estas empresas supondría una crisis tremenda en el país, que sigue sin apenas casos de éxito de nuevas grandes empresas en la era democrática.

Me recuerda en parte a la España de los años 80 (mi infancia, más tarde estudiada leyendo y debatiendo) en donde la exportación, la entrada en el mercado común y una renta per cápita boyante empujaron a mucha gente a comprarse una segunda vivienda, exactamente igual que está sucediendo por toda Corea del Sur, prueba de ello es la construcción constante de grandes bloques de apartamentos. También tuvimos nuestro boom turístico y la consiguiente llegada de divisas, algo que está experimentando Corea del Sur, que es uno de los destinos turísticos más importantes de toda Asia, especialmente Seúl.

Sin embargo, España está en Europa (y en la UE) y Corea del Sur está en otra localización geopolítica muy diferente. Corea del Sur tiene más soberanía propia, cierto, pero también creo que depende más del exterior.


Mapa de Corea y Japón de 1815. Fuente: Wikimedia Commons

[Modo tertuliano] Creo que Corea del Sur y Japón deberían comenzar de verdad una relación más estrecha para formar un eje propio frente a Estados Unidos, Rusia y China. Su pasado reciente no les anima a ello pero sus problemas son muy parecidos. Cierto, intuyo que Japón ve a Corea del Sur como unos molestos paletos maleducados que les están quitando mercado internacional a sus productos y Corea del Sur ve a Japón como el ejemplo y a la vez el enemigo a batir, pero frente a Rusia, China o Estados Unidos, tienen más que ganar si estrechan relaciones. Si tan solo Corea del Sur dedicara la mitad de los esfuerzos para la reunificación a acuerdos bilaterales con Japón... [/Modo tertuliano]

¿Recomendaría visitar Corea del Sur?

Es una pregunta muy complicada pero ya el hecho de verlo así me hace pensar que la respuesta es, en general, no. Al principio esperaba algo diferente de Corea del Sur, pero tras dos semanas empapándome del país, puedo decir que esperaba más. He conocido un país que me recuerda a los setenta/ochenta en España con dosis de postguerra en la mentalidad pero armados con smartphones e Internet a raudales y los principios del confucionismo aún con mucho arraigo para desgracia de la mujer pero con una cara materialista muy acusada. Curiosamente, en China y otros países del sudeste asiático como Vietnam, Corea es un ejemplo de sociedad moderna, pero creo haber visto detrás de las luces de neón un país con demasiadas contradicciones. Esta expresión es ya un lugar común porque ¿qué país no es un país de contradicciones visto desde fuera? pero en este caso las contradicciones pueden hacer que en la próxima década Corea del Sur se desinfle y empecemos a ver muchos jóvenes surcoreanos probando suerte emigrando a otros países hambrientos de su talento y cultura de sacrificio.

Creo que como destino turístico para un español, Corea del Sur no dejará huella salvo que sea el primer país de Asia que se visite, porque el choque cultural tiene valor en sí mismo. En nuestro caso, con tres viajes a Japón, ese choque ya no existe y podemos ver al país "sin colorantes artificiales". Además, yendo a finales de verano, que no es una época especialmente recomendaba, deja más al desnudo el país "AS IS".

Espero que hayas ido a Corea del Sur, pienses ir o no tengas esa intención por el momento, te haya resultado interesante mi reflexión y compartas en los comentarios tus opiniones al respecto. Me he lanzado a la piscina en algunas cuestiones y he especulado en otras pero no creo estar muy errado en mi análisis.


Una flor de loto en medio de la ciudad de Seúl, una bonita metáfora para acabar

Igual que en nuestro artículo sobre consejos para viajar a Corea del Sur, si queréis saber más del país, recomiendo leer "Korea: the impossible country" de Daniel Tudor y visitar con frecuencia la web del periódico The Korean Times.