Bueno, pues estamos de vacaciones por fin. Este año, después de mucho marear la perdiz nos decidimos a última hora por ir a Alemania. Yo nunca he estado en Alemania y Pablo ha hecho un par de viajes muy breves para asistir a un par de eventos.
El plan de viaje es un tanto inexistente, sólo sabemos que empezamos en Berlín y terminamos en Munich. Tenemos idea de pasar por Dresde y muy posiblemente por la Selva Negra, pero no tenemos fechas ni reservas ni nada. Vamos a la aventura, al menos a lo que se puede entender por aventura en uno de los países más desarrollados del mundo, jeje.
Como decía, nuestra primera parada es Berlín y hoy hemos pasado nuestro primer día. Llegamos ayer a eso de las tres con la desagradable sorpresa de que Iberia nos ha roto el tubo de los arcos. Mira que hemos viajado con los arcos en varias compañías, pues Iberia la peor con diferencia, para empezar no se saben sus propias normas de equipajes y nos hicieron pagar extra para facturar el tubo y luego, imagino que porque les pedimos que le pusieran la pegatina de "frágil", pues nos lo han machacado. Afortunadamente los arcos están en perfecto estado pero nos tememos que tengamos que comprar otro para el vuelo de vuelta. Así que como consejo: ni se os ocurra viajar con Iberia si vais con algo que os importe.
Después de desquitarme un poco vamos con Berlín. Ayer por la tarde decidimos aprovechar el buen tiempo que hace por aquí y nos fuimos de paseo al Tiergarten, un parque enorme que está relativamente cerca de nuestro hotel. El parque es bastante frondoso y está bien surtido de caminos por los que pasear o, fundamentalmente, montar en bici, además está lleno de praderas en las que la gente aprovecha para tomar el sol. Nosotros recorrimos un tramo bastante largo y acabamos desembocando en la Puerta de Brandenburgo.
La puerta está en medio de una suerte de cruce de caminos, rodeada de edificios bastante modernos. El entorno está muy bien y aunque al principio choca un poco ver las construcciones tan modernas, cuando lees un poco sobre la historia reciente de la zona entiendes que no quede nada de los edificios de antes de los 50. La cuestión es que durante la Guerra Fría se quedó un poco en tierra de nadie, especialmente tras la construcción del Muro y, por lo tanto, los alrededores fueron degradándose con los años.
El primer día completo en Berlín nos hemos entregado a nuestro rol de turistas por completo. La idea inicial era visitar el Museo de Pérgamo pero cuando hemos llegado nos hemos encontrado una cola que nos ha dado un poco de cosica y nos hemos dado media vuelta.
Una foto "meta" de modelos de cámaras fotográficas en la RDA
Como plan alternativo nos hemos ido al Museo de la RDA (DDR Museum) en el que se expone la vida en la República Democrática de Alemania junto a algunos hitos relevantes de su historia. Desde la situación de la vivienda, la industria, el partido o incluso los juguetes, el pequeño museo recoge una curiosa muestra de lo debía ser la vida diaria de los ciudadanos de la RDA. Estaba un poco lleno de gente pero se dejaba ver sin mucho problema.
El Berliner Dom, de 1905, era la vista que teníamos mientras comíamos
Mientras hacíamos un alto para comer hemos aprovechado para comprar las entradas para el Museo de Pérgamo por internet. Una tarea que ha resultado ser más ardua de lo que parecía. En cualquier caso hemos podido entrar si contratiempos y visitar una parte del museo, la que no estaba en obras. Al parecer están haciendo una mega renovación y buena parte de las exhibiciones estaban cerradas, como ejemplo más significativo, el altar que da nombre al museo no se podía visitar :( En fin, que nos hemos conformado con la Puerta de Ishtar o la habitación de Aleppo, por ejemplo. La colección de antigüedades de Oriente Medio es fantástica, no puedo decir que me haya impresionado tanto como la que ví en el Louvre, pero es famosa por buenos motivos.
La Puerta de Ishtar. Es enorme, esto es solo un fragmento
La mencionada Puerta de Ishtar es espectacular, con sus ladrillos azules llegando casi hasta el techo de una sala enorme, así como la multitud de estelas cubiertas de escritura cuneiforme. También es digna de mención la colección de arte islámico que ocupa toda una planta y que cubre gran parte de la historia del Islam en las zonas geográficas bajo su influencia.
Un rey babilonio saliendo a cazar con arco
La colección no reúne piezas relacionadas exclusivamente con la religión islámica, sino más bien con su cultura, de manera que hay una preciosas biblias o textos bíblicos de Armenia o Etiopía, por ejemplo, escritas en diversos idiomas como árabe, armenio o Ge'ez, algunas de ellas decoradas en la India.
El Libro de Enoch, Etiopía S XVI
Tras el museo nos apetecía estar sentados, así que, como buenos turistas, nos hemos subido a un crucero por el río Spree junto con un montón de jubilados alemanes :-)
A mi espalda está Diana colocándose una aljaba de espalda
Sin ser nada del otro mundo, ha estado bien y hemos localizado varias zonas interesantes para tomarse un algo después de un dia de mucho andar.
El día no ha dado mucho más de sí, en general nos lo hemos tomado con calma.
Nuestras primeras impresiones tras un día es que en verano Berlín parece una ciudad agradable, las bicicletas son un peligro y los semáforos no duran ni un suspiro, casi siempre acabamos cruzando en rojo...
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