Al fin, ¡el misterio ha sido revelado! Pues sí, nuestro destino misterioso número uno es Bamberg y el número dos Colmberg. La idea de Colmberg es la que surgió primero ya que queríamos hacer coincidir el día 3 de septiembre con un destino "especial", luego resulta que ha sido más especial de lo esperado.
Pero empecemos con Bamberg. Salimos de Dresde a media mañana con la colada recién hecha y calentita en nuestras mochilas. Desde Dresde se tardan algo menos de tres horas en llegar, así que nos lo tomamos con calma y llegamos alrededor de las tres. La visita a Bamberg ha sido un poco desigual. La ciudad es preciosa de postal, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y toda la pesca. Las calles son muy monas, los edificios muy cuquis y hay mucho turista por todas partes. No fue agobiante pero se dejaba notar.
Dada la hora a la que nos pusimos a dar nuestro paseo pensamos que lo mejor era no liarse con museos y, dicho sea de paso, tras el empacho del día anterior tampoco estaba mal cambiar el tercio. Decidimos hacer caso a nuestra guía y callejear hasta la catedral. A mitad de la única cuesta que hemos encontrado en Alemania, se abría una enorme plaza empedrada en la que estaba la catedral. Lamentablemente, cuando nos acercamos a ella nos dijeron que sólo dejaban entrar si íbamos a misa, así que ni catedral por dentro ni por fuera porque yo no sé si es que es el año de las obras en Alemania, pero desde que salimos de Berlín, monumento al que vamos monumento que está enlonado y lleno de andamios.
Bamberg, río Regnitz
Ya que estábamos a mitad de la cuesta no íbamos a parar, así que decidimos seguir subiendo para llegar al monasterio benedictino Kloster Michaelsberg. Actualmente el monasterio es una residencia de ancianos pero la iglesia puede visitarse y además hay una fábrica de cerveza que también se puede visitar. El monasterio está en una colina que domina la ciudad y está rodeado de una especie de parque que sube por las laderas suavemente. En algún punto de la calle por la que subíamos nos metimos en el parque y seguimos paseando por allí hasta que se puso a llover otra vez y corrimos a refugiarnos en el café-restaurante del monasterio. El lugar era bastante acogedor aunque nos metieron a todos los que tuvimos la misma idea en una habitación bastante pequeña porque en la grande estaban celebrando una boda. Tras tomarnos un café calentito y esperar a que dejara de llover nos dimos cuenta de que ya no era hora ni de iglesia ni de fábrica de cerveza, salimos al enorme mirador que había en el parque para contemplar una fantástica panorámica de la ciudad.
Esta foto es del día siguiente, cuando ya no llovía
Como era tarde para ver nada pero pronto para cenar seguimos paseando por la ciudad tranquilmente y descubriendo callecillas menos transitadas pero muy pintorescas. La ciudad se distribuye a las orillas del río Regnitz y eso le da un encanto muy particular con sus puentes y sus edificios a caballo entre las dos orillas.
El tema de la cena lo teníamos clarísimo, según nuestra guía hay en Bamberg una posada de 1380, Zum Sternla. Claramente el edificio no es del s. XIV y no hemos podido verificar esta "datación" pero si ellos lo dicen pues será así ¯\(ツ)/¯ Al llegar nos la encontramos bastante llena pero el encargado nos hizo hueco en una mesa de seis en la que ya había otra pareja y dos señores que iban cada uno a lo suyo. Nos sentamos felizmente y nos pusieron delante un menú en dos idiomas: alemán y fráncico LOL
Creo que nuestras caras debieron ser de órgado porque la mujer que estaba sentada a la mesa, la única que hablaba inglés, se ofreció a ayudarnos. Con nuestros buenos y sencillos platos y sendas cervezas oscuras comimos de maravilla y pasamos un rato fantástico mientras chateábamos con Ana y Alex que en ese momento estaban en la Feria Medieval de Ávila participando en la tirada de arqueros medieval :D
Aprovechando la tesitura y sacando la vena rolera, Pablo grabó un audio para dar "ambiente de taberna" a alguna sesión de juego. Ya se sabe, toda buena aventura empieza en una taberna y rara es la taberna de parroquianos taciturnos...
Podéis escuchar un fragmento del ambiente en este enlace.
A pesar de lo bueno que estaba todo creo que el pollo que me comí me sentó mal porque pasé una noche horrible con el estómago dando la lata sin tregua. Al día siguiente casi sin dormir y yo sin desayunar, nos fuimos a dar nuestra última vuelta por Bamberg para ver la catedral, la iglesia del monasterio y la fábrica de cerveza.
- Primera parada: catedral. Otra vez misa, la de 11.30. Lo peor es que a las 12.00 había otra. Así nada de catedral. FAIL!!!
- Segunda parada: la iglesia del monasterio. No os lo vais a creer pero también estaba de obras y estaba tooooda cubierta. En esta no había misa pero estaba completamente cerrada y no se podía entrar por ningún sitio. El día anterior no lo vimos porque al pasar por el parque y luego ir al café sólo vimos un lado que no tenía ni obras ni lonas ni tablones ni nada. FAIL!!!
- Tercera parada: en vista del fracaso nos sentamos en un banquito del mirador del día anterior, a lamernos las heridas al solecito.
- Cuarta parada: la buena noticia es que la fábrica de cerveza estaba abierta, la mala es que todos los carteles estaban en alemán. No es que hubiera muchos, pero los que había estaban en alemán y, si me apuras diría que el 90% de ellos eran de los años 80. El museo no es gran cosa, tiene dos o tres plantas en un sótano en el que hace un frío que pela con máquinas de varias épocas esparcidas por todas partes. Pablo se quedó contento pero a mí me dio la impresión de que era una especie de trastero gigante en el que han dejado todo lo que ya no usan y a algún genio se le ocurrió llamarlo museo y cobrar 4€ por entrar. No está mal pero para mí es prescindible. FAIL???
Con este éxito clamoroso en nuestra visita a Bamberg volvimos al hotel, recogimos nuestros bártulos y partimos hacia Colmberg. Llegamos al castillo de Colmberg a eso de las tres y, como nos lo habíamos planteado como relax total pues no hicimos nada de nada, dimos una vuelta alrededor, hicimos fotos a los ciervos (que luego había en el menú), contemplamos los alrededores y charlamos. Vamos, que tuvimos tiempo de aburrirnos porque allí no hay mucho que hacer ni mucho sitio por el que pasear.
Pablo se comió uno de estos para cenar...
La verdad es que esperábamos que la visita al castillo no fuera algo muy reseñable poque salvo por el hecho de que nos alojábamos en una de sus habitaciones 'históricas', con una cama de época, yo creía que lo más interesante iban a ser los codazos que nos íbamoa a dar toda la noche. Qué equivocada estaba!!!
Codazos no hubo muchos, para empezar porque hacía un frío que pelaba en la habitación y quieras que no el calor humano se agradece. Pero madre mía, madre mía, a las 7 y pico de la mañana empezaron a dar martillazos en la pared de al lado. Seguro que nadie se lo imagina pero justo en la pared de al lado estaban de obras!!! Sí, están ampliando una pequeña zona del castillo justo pegada a nuestra habitación. Esto explicaba por un lado el frío atroz que hacía y los golpes. Quiero llorar.
Entre martillazo y radial, yo conseguí ir echando cabezadillas hasta las 8 y pico pero el pobre Pablo, que tampoco durmió muy bien, acabó levantándose. Cuando por fin me levanté Pablo se marchó y me dijo que me esperaba abajo para desayunar. Para mi sorpresa volvió antes y me dijo que no me sorprendiera si le decían algo porque había tratado de poner una queja.
Aquí el descubrimiento del siglo (o nos han timado como a dos tontos), en Alemania no tienen hojas de reclamaciones. ¿Qué país incivilizado es éste? ¿Cómo se queja la gente? Cuando fue a quejarse y pidió la hoja para poner la queja formal le dieron un folio de la impresora. Entre tira y afloja y "estoy alucinando con que no tengáis algo oficial", le ofrecían un descuento pero la cuestión es que nosotros no queremos pagar menos sino dejar constancia de la queja, que es fundamentalmente que esa habitación no debería estar disponible mientras duren las obras en la pared contigua.
En fin, que al final nos fuimos un poco fastidiados porque nuestro alojamiento más "especial" nos salió un poco rana.
Para el próximo episodio tenemos el tramo arquero del viaje, por el momento puedo decir que ha empezado bien pero no quiero desvelar nada...
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