The Real History of Science Fiction
The Real History of Science Fiction es una serie documental producida por BBC America. Narrada muy pausadamente por Mark Gatiss, actor, escritor y productor de series como Doctor Who o Sherlock. Con un impresionante elenco de entrevistados, realiza un recorrido por la historia del género.
La serie está dividida en cuatro episodios, cada uno de los cuales se ocupa de un tema: Robots, Space, Invasion y Time.
Por ahora el único episodio que he visto ha sido el primero, Robots. El episodio da un repaso a la historia de los robots de una forma cronológica pero también dividida en bloques temáticos.
El tema de la creación de vida es uno de los temas estrella de la ciencia ficción que se afana en explorar sus ramificaciones y consecuencias, desde la resposabilidad como creadores pasando por los derechos de los creados y su exploración del sentido de su propia existencia, reflejo de nuestra propia búsqueda por comprender qué somos y en qué se fundamenta la “humanidad”. En este tema parece que encuentra especial eco nuestra preocupación por la tecnología, de modo que se hace una transición imperceptible hacia el momento en el que las creaciones se rebelan contra los creadores. Por supuesto, la rebelión de las creaciones no puede esquivar hablar de clásicos como Frankenstein (el clásico entre los clásicos) o Terminator. Esa preocupación por los avances tecnológicos está pues ya presente desde el inicio de la Revolución Industrial hasta la Guerra Fría y los sistemas automáticos de defensa.
El tercer bloque, explora la simbiosis entre hombre y máquina, repasando algunos ejemplos como Robocop o The Six Million Dollar Man. A lo largo del tiempo, este tema ha sido tratado desde ángulos tanto positivos como negativos, en los que la tecnología puede convertir a una persona en un superhéroe o hacerle perder su humanidad completamente. Entonces se plantea la pregunta de dónde está el límite en el que el humano deja de serlo, si eso es algo que puede ocurrir.
El siguiente bloque explora qué significa la programación de esas inteligencias creadas. En el caso de que, por ejemplo, lleguen a la conclusión lógica de que el factor humano es un gran riesgo, es decir, 2001: Una Odisea en el Espacio y la “locura” de HAL; pero también desde la perspectiva en la que esas inteligencias han sido programadas para tener emociones, léase Inteligencia Artificial (la peli más aburrida y ñoña que he visto).
Especialmente interesante me parece un comentario de Isaac Asimov en el que de forma bastante acertada pregunta si es relevante el origen (natural o artificial) de una criatura que a través de la tecnología ha llegado a un punto híbrido intermedio. Y así entramos en el territorio de Blade Runner, en la que los replicantes reflejan tanto nuestros más profundos miedos como las características más profundamente humanas, y a uno de los momentos más impactantes de la historia del cine: “lágrimas en la lluvia”. Es el mismo Rutger Auer el que ilustra esta lucha y el que cuenta cómo creó una de las frases más famosas de la historia de la ciencia ficción.
Siguiendo con esta línea el programa llega a Battlestar Galactica en la que se exploran algunas de las preguntas ya planteadas en Blade Runner y se lleva un poco más allá: ¿hasta qué punto son máquinas los cylons y no personas vivas? Tocando incluso el tema de la espiritualidad de estas creaciones.
El episodio está bien, es entretenido y hace un repaso bastante interesante, sin embargo, el título promete más de lo que realmente es la serie, al menos este primer episodio. The Real History of Science Fiction, es realmente la historia de la ciencia ficción en el cine y la televisión británica y estadounidense y la literatura se toca en tanto en cuanto que es fuente o influencia de lo que se está pesentando. Obviamente un programa que realmente se ocupe de los robots en la historia de la ciencia ficción tendría que hablar de Frankenstein, pero también de las historias de autómatas que pueblan la literatura de los autores del Romanticismo, del anime y el manga (¿se puede hablar de este tema sin mencionar ni siquiera Ghost in the Shell?), o del cada vez más importante mundo de los videojuegos. Ni siquiera se menciona a Stanislaw Lem.
Con esto no quiero decir que el documental no merezca la pena, pero es claramente un repaso somero y, como ya he dicho, centrado en los ejemplos más conocidos del cine y la televisión anglosajones. No va a descubrir nada nuevo a un fan del género pero es siempre bienvenido oír a los creadores de algunos de nuestros personajes o programas preferidos hablar de ellos y de lo que opinan sobre la materia.