The Blade Itself, Joe Abercrombie
Llevaba un tiempo oyendo hablar de la trilogía The First Law de Joe Abercombie. Con un poco de miedo, por los chascos que me llevo con los libros recomendadísimos, y bastante esperanza empecé a leer The Blade Itself, el primero de los tres. Mi edición es la de tapa blanda de la editorial Gollancz, in English of course. En español ha sido publicada por Alianza Editorial con el título: “La voz de las espadas”, sin comentarios.
No sé cómo expresar lo que me ha gustado este libro. Tiene dos de los defectos que no soporto en un libro: es todo introducción y el final es un cliffhanger y, sin embargo, me ha encantado.
Creo que pocas veces he leído un libro en el que haya sentido una sensación tan visceral de rechazo por los protagonistas, sin llegar al extremo del Club de los Parricidas de Ambrose Bierce, la primera descripción de ellos es tan desfavorable que esperaba que alguien les clavase un cuchillo (no es que sea violenta, es que el libro es muy violento) para poder encontrar a los verdaderos héroes de la historia. Sin embargo, la narración de Abercrombie es tan interesante que a pesar de todo no podía dejar de preguntarme qué les sucedería a continuación.
Este libro es fundamentalmente world building, hay varias tramas que aparecen y desaparecen según pasa de un narrador a otro y, durante gran parte del mismo, no está muy claro a dónde conducirá la historia en su conjunto, cuál va a ser el gran evento que dará sentido a tan variopinta reunión de individuos. Entre conspiraciones internas, guerras en ciernes y concursos de esgrima se va construyendo un mundo lleno y realista de personajes despiadados, violentos y complejos. Un torturador al que poco a poco vas perdonando su crueldad, un bárbaro sanguinario del que te vas encariñando y un oficial engreído al que empiezas a desear suerte; sorprenden, evolucionan y tienen unas voces tan características que logran crear un mundo tridimensional. A estos se van uniendo lentamente un buen número de personajes secundarios igualmente interesantes.
La narración es rápida, oscura y divertida, plagada de humor negro en realidad. Me he reído con estos personajes, con las situaciones en las que se meten y con sus pensamientos. Yo diría que hay una especie de humor salvaje en este libro que me recuerda en ciertos aspectos a Malditos Bastardos.
Ahora necesito leerme el siguiente, necesito saber qué le ocurre a estos Bastardos.