Normandía: radares, héroes y otros caídos
El tercer día en esta zona estuvo un poco dividido entre Desembarco y tiro con arco. Por la tarde Pablo nos había apuntado a una tirada de un club arquero local que organizaba una tirada oficial de la región. Pero como hasta las 13.00 no teníamos que ir por allí, por la mañana nos fuimos al Museo del Radar. ¡Que buena decisión! Nos interesaba especialmente por la temática y además por ser uno de los pocos museos dedicados casi exclusivamente al lado alemán de la guerra.
Tuvimos la fortuna de tener una visita guiada y fue genial. El guía sabía muchísimas cosas y además de ser muy agradable respondió a todas nuestras preguntas muy amablemente. Aprendimos bastante sobre el desarrollo del radar durante la guerra, de las buenas y malas decisiones de unos y otros o como el enfoque puede cambiar completamente el curso de los acontecimientos. En este sentido, nos contó que los británicos emplearon y desarrollaron el radar como una tecnología defensiva contra los ataques de la aviación alemana, sin embargo los mandos nazis tenían un enfoque de ataque que hizo que ante el fallo de su tecnología para evitar los ataques aliados acabaran por abandonarla. Así los aliados acabaron la guerra con superioridad tecnológica en este campo a pesar de haber empezado en desventaja.
El museo se encuentra en el emplazamiento de una estación de radar real. En ella se pueden visitar diversos bunkers y además cuenta con algunas antenas aún visibles. El guía nos contó muchísimas cosas sobre el funcionamiento y construcción de la estación, además de algunas anécdotas. Hubo una que nos hizo especial gracia.
El día posterior al Desembarco tropas canadienses y británicas alcanzaron la estación. Algunas de sus antenas había sido destruidas durante los bombardeos de los días anteriores pero otras aún estaban operativas. La estación fue atacada hasta que consiguieron dejar todas las antenas inoperantes y entonces, considerando que tenían que seguir adelante para tomar Caen, dejaron el resto de la estación vigilada pero "en paz". Lo que no sabían es que durante días la estación siguió en comunicación con el puesto de mando e informaba de los movimientos de tropas aliadas en torno a Caen ya que desde ella hay una visión perfecta de la ciudad. Lo más gracioso del asunto es que cuando se hicieron con la ciudad, los británicos establecieron un campo de aterrizaje cerca de ella (alrededor del 15 de junio) y los alemanes,que aún tenían baterías antiaéreas operativas, empezaron a atacar a los aviones que iban y venían. Fue en este momento (17 junio) cuando dijeron "se acabó la tontería" y tomaron la estación definitivamente. Nuestro guía nos reconoció que hasta un par de meses antes no sabía por qué se había decido justo entonces (tras diez días) tomar la estación hasta que un veterano británico que había estado allí entonces le contó la historia durante una de las visitas guiadas :)
Podría seguir y seguir con todas las cosas que nos contó el guía, pero mejor será que vaya a nuestra siguiente parada.
Sobre la tirada Pablo escribirá un post en su blog en breve. Así que voy a seguir con nuestra peregrinación.
Aún nos quedaba una playa que visitar y además queríamos ir a Bayeaux antes de abandonar la zona. Así que decidimos hacer las dos cosas el mismo día. Por la mañana pusimos rumbo a Pointe du Hoc. En este promontorio se encuentra en una posición estratégica entre Omaha Beach y Utah Beach y formaba parte del Muro Altántico. En él se construyeron bunkers y posiciones de artillería para defender el continente de cualquier ataque aliado.
Fuente: Wikipedia
Lo más interesante de ver de este lugar, además del hecho de ver las baterías y bunkers alemanes que aún se conservan, es que no se ha reparado nada y en él se pueden ver los cráteres dejados por los ataques de la artillería aliada.
A nivel histórico su relevancia es otra. Durante el Día D parte del 2º Batallón de los Rangers tenían como misión escalar los acantilados hasta llegar a la cima y tomarla. Durante el desarrollo de la misión hubo retrasos lo que propició que el resto del 2º Batallón y todo el 5º, en lugar de acudir a su encuentro, procedieran hacia su objetivo secundario: Omaha Beach. De este modo proporcionaron un apoyo que parece que podría haber sido crucial para que Omaha Beach no se convirtiera en un absoluto fracaso.
Por su parte los atacantes de Pointe du Hoc se encontraron con que los alemanes había movido las baterías de esa posición días antes. Aunque consiguieron encontrarlas en el interior y destruirlas, el problema fue que se encontraron aislados y sometidos a varios contraataques alemanes. El resumen es que hasta el día 8 no recibieron refuerzos y para entonces sólo quedaban 90 de los 225 que habían emprendido la misión.
Un detalle "curioso" de este lugar es que está bajo la administración del gobierno USA. Esto quiere decir que los monumentos, instalaciones y restos están gestionados por un organismo específico no francés. Lo que quiero expresar es que es tal vez este detalle el que determine que la retórica de los paneles explicativos y de los monumentos suene distinta desde la primera frase que se lee al llegar. Destacando cierta profusión de adjetivos que no hemos percibido en otros lugares en los que hemos estado en este viaje.
¡Llegamos a una encrucijada! A 44km de nosotros se encontraba Utah Beach, eran alrededor de las 12 y nos habíamos propuesto dedicar la tarde a Bayeaux. ¿Qué hacer? Pues muy a nuestro pesar, decidimos sacrificar la playa para disponer de algo más de tiempo por la tarde. De camino a Bayeaux decidimos parar en un cementerio alemán con el que nos habíamos topado en La Cambe.
La sensación del cementerio alemán es diferente a la del cementerio americano de Omaha que habíamos visitado un par de días antes. Aunque el americano es sobrio y tranquilo, el alemán es además sencillo. Las tumbas, en las que hay enterrados uno o dos soldados, sólo están marcadas con una placa en el suelo. De vez en cuando hay grupos de cinco cruces que rompen la llanura del terreno y poco más. En el centro del cementerio hay un pequeño promontorio con una cruz en la cima y nada más.
Una de las cosas que más nos llamó la atención es la juventud de los soldados, pocos pasaban de los 21 ó 22 años. Así somos, mandamos a la morir a los ejemplares más jóvenes de nuestra especie por que alguien quiere darse ínfulas de grandeza...
En este punto acaba la parte del viaje dedicada al Desembarco y Batalla de Normandía. A partir del siguiente post me ocuparé de Bayeaux,Mt saint Michel y París.
Antes de dar por zanjado completamente este tema hay algo que se ha mantenido como un persistente runrún en mi cabeza y son los souvenirs. OK, entiendo que cuando visitas un lugar de cualquier tipo quieras llevarte alguna cosa de recuerdo, por muy chorra que sea lo que compres. La cuestión aquí es que a mí personalmente se me queda un poco de mal cuerpo ver y leer sobre eventos tan recientes y sangrientos y luego, al salir visitar la tienda de regalos y comprar tazas, imanes de nevera, abrecartas y similares con mensajes como D-Day, Omaha Beach, Battle of Normandy... Puedo entender que te compres un libro, aunque sea uno de esos panfletos glorificados llenos de fotos, pero un imán de nevera de "recuerdo de la Batalla de Normandía" es un gran WTF en mi libro especialmente cuando aún hay gente viva que o bien luchó en ella o bien tuvo algún familiar que murió. No lo entiendo.