Más fantasía de asesinos - The Night Angel Trilogy, Brent Weeks


The Way of Shadows

Al fin he terminado esta trilogía. Leí el primero de los tres volúmenes, The Way of Shadows, hace más de un aThe Blade Itselflf-joe-abercrombie/) de Joe Abercrombie. Ambos libros, comparten el estilo de “fantasía sucia” con protagonistas poco heroicos que se lleva estilando en los últimos años. Los dos, cada uno en su estilo, me gustaron y aunque The Blade Itself me impactó más por su crudeza y por sus personajes completamente despreciables, The Night Angel Trilogy despertó también mi interés, con una historia centrada en un joven asesino en medio de la invasión de su tierra por parte de una aterradora nación de lo nigromantes (aunque nunca se les llama así) gobernada por el infame Godking. La trama de este primer tomo es compleja, llena de personajes variados con multitud de motivaciones y perfiles que interesaban más o menos por igual y poseedores de características individuales suficientemente distinguibles como para ser menos encasillables que los típicos del género.

No tengo un recuerdo muy fresco de todo lo que pensé del libro entonces -hace tiempo que lo leí- pero, por mi valoración en LibraryThing (4/5), veo que me gustó bastante sin recordar los particulares. La historia se centraba, como suele ser frecuente, en el aprendizaje del principal protagonista, Azoth/Kylar Stern, como asesino bajo la tutela de un misterioso asesino/figura paterna. Si, como he dicho la historia parece centrarse en este personaje, los excelentes “secundarios” y su nada despreciable “cuota de pantalla”, hacen que la novela se asemeje un tanto a una obra coral en la que no hay un protagonista exclusivo.


Shadow’s Edge

El segundo libro, Shadow’s Edge, lo tengo mucho más fresco y ha sido… desigual por una variedad de motivos. Hasta más allá de la mitad la lectura fue pesada y lenta, sin llegar a enganchar mi interés durante muchas páginas seguidas. Sólo la promesa de que es una gran serie me ha mantenido leyendo. Por un lado la historia del protagonista es aburrida, leer sobre sus lloriqueos mientras intenta dejar atrás su vida anterior como asesino para estar con una persona de las que te quiere por la idea que tienen sobre lo que podrías ser en lugar de por quién eres ha sido más que dolorosa y la tentación de leer un poco en diagonal esa parte de la historia aunque insistente he logrado vencerla. No me atrevería a decir que esté mal escrito o que sea aburrido per se (aunque ciertamente a mí me aburrió), yo diría que a mí en concreto este tipo de personajes me ponen nerviosa y pierdo la paciencia con ellos rápidamente. Por otro lado, hacen aparición muchos personajes nuevos cuyas historias parecen no conducir a ningún sitio, llegando incluso a ser completamente innecesarias al final de este segundo tomo, un montón de páginas prescindibles o que tal vez podrían haber sido organizadas de otra manera. El principal pecado que comete es el de muchos segundos libros en infinidad de trilogías y es el introducir nuevas líneas o historias que no parecen tener conexión durante toda la novela y que sólo llegan a cobrar sentido en la tercera. Esto es claramente un fallo a mi entender ya que, a pesar de estar pensado como una trilogía, cada uno de los libros debería ser capaz de sostenerse por sí mismo. Afortunadamente, pasada la mitad del libro los eventos empiezan a avanzar en una dirección, el protagonista sigue siendo un poco cargante pero redimible y, desde luego, el brillo de otros personajes mitiga esa sensación. Al final, en un vuelco agradablemente sorprendente, la impresión acaba siendo favorable pero, llegado el caso de una posible relectura, saltaría directamente a la parte interesante y obviaría lo anterior.


Beyond the Shadows

Siguiendo la estela del segundo y, a pesar de un final de infarto, el tercero, Beyond the Shadows, vuelve a las andadas y empieza despacio, despacio. De nuevo una multitud de personajes y de puntos de vista se suceden y, de nuevo, parece que la mayoría son mucho más interesantes que el protagonista, aunque éste va cogiendo fuerza poco a poco. Como ya he dicho, muchos de los hilos que no parecían llevar a ningún sitio en el libro anterior empiezan a cristalizar y los personajes que las pueblan van tomando brillo propio eclipsando en muchas ocasiones al protagonista. Fantásticas las historias de Dorian, Vi Sovari o Logen Gyre.

Aunque pueda parecer así, el protagonista no está mal escrito, creo que más bien al contrario. No es un protagonista heroico ni antiheroico, al estilo de The First Law de Abercormbie, es más bien una persona imperfecta, cobarde a veces a la hora de tomar decisiones, que las toma equivocadas en más de una ocasión y que puede no despertar las simpatías del lector sin que ello sea por algún defecto en la forma en la que está escrito el personaje. Aunque, siguiendo con la comparaciones con la otra trilogía, diría que la maestría de Joe Abercrombie para que el lector encuentre fascinantes a unos personajes tan poco atractivos en sus características y comportamientos no está al alcance de todos los escritores.

A pesar de todo, de lo que me ha gustado y lo que no, el mayor problema que para mí presenta esta historia son sus personajes femeninos. No es que sean malos personajes, al contrario, dentro de su universo son personajes interesantes y algunos de ellos con una evolución más que satisfactoria, pero todos, salvo una o dos excepciones, caen en una categoría de dos: putas o vírgenes, literalmente. No hay grises, no hay término medio, cada personaje entra en una de las dos de lleno. Vi Sovari, Momma K, Elene, Uly, Ariel, Jenine, etc. A pesar de ello, el personaje que más me ha gustado, el que me ha parecido más complejo ha sido Vi, la asesina. Aún así merece la pena destacar que la obra cuenta con un gran elenco de personajes femeninos y se aleja completamente de los personajes “token” o de los “unicornios” (ser la única mujer en una historia de hombres para que haya una).

La dicotomía entre la santa Elene y la pecadora Vi ilustra el contraste de las decisiones de Kylar cuando se inclina hacia una forma de actuar más acorde con sus inclinaciones e instintos u otra más en línea con lo que se empeña en cambiar. Elene es a la historia lo que las heroínas de las historias de los clásicos centroeuropeos del romanticismo, vírgenes puras, sosas, sin aliciente más allá de su belleza cristalina y con la promesa de una anodina vida hogareña (aún sigo preguntándome por qué los Werther y cía. se enamoran de ellas). Vi es una asesina con una vida dura a sus espaldas que intenta elevarse por encima de ella, ser más de lo que se le impone, no necesariamente redimiéndose, sino afianzando su poder y su personalidad. Presenta el pequeño problema de explicar por qué una mujer es fuerte con un pasado de violaciones y abusos, pero aún así es el personaje que, tal vez junto con Dorian en la tercera novela, tiene una evolución más sorprendente e interesante de leer.

En líneas generales creo que es una trilogía recomendable y amena, metida de lleno en la moda de asesinos, ladrones y mercenarios como protagonistas con fines menos nobles y altruístas que los clásicos del género. A pesar de mis problemas con las primeras mitades de las segunda y tercera novelas creo que merecen la inversión de tiempo.

Yo he leído la versión en inglés publicada por Orbit, en español han sido publicadas por Plaza y Janés como El Ángel de la Noche con los títulos de El camino de las sombras, Al filo de las sombras y **Más allá ![The Way of Shadows](/content/image