La Provenza: los alrededores de Marsella

Estos dos últimos días los hemos pasado descubriendo algunos lugares próximos a Marsella.

Ayer decidimos ir a la ciudad de Aix-en-Provence.

Aix-en-Provence es una ciudad universitaria de raíces medievales que se encuentra a algo más de media hora en autobús desde Marsella. Como en muchos casos, la parte más interesante de visitar es perfectamente abarcable a pie aunque no es tan pequeña como parece.

Llegamos tranquilamente y nos pasamos por la oficina de turismo para hacernos con algún mapa y averiguar si había algún evento aquel día (no lo había). La parte central de la ciudad está partida por una calle peatonal ancha y ajetreada que separa la parte del s XVII de la parte medieval. A su vez, dentro de cada zona hay pequeñas secciones "temáticas". Además una de las señas de identidad de la villa son sus numerosas fuentes, casi todas de los siglos XVII y XVIII.


Una cornisa de un edificio renacentista, un rincón típico de Aix-en-provence

Sin un plan muy definido nos decidimos por pasear tranquilamente por la zona medieval y dejarnos caer por el mercado que había en una de las plazas para comprar algo de fruta. En general toda la zona central es muy bonita y está bastante bien cuidada, se nota el caracter universitario en los habitantes y muchos de los edificios, y el atractivo turístico en muchos de los comercios y los paseantes.

Una de las cosas que me llamó la atención es que la zona medieval no es muy medieval o no en el sentido más típico al que estamos acostumbradas. Por un lado hay muchos edificios que son de siglos posteriores y que en alguna renovación debieron sustituir a sus predecesores, por otro lado algunos de los que sí corresponderían a la Edad Media son del siglo XV, con lo que los primeros albores renacentistas ya son visibles en ellos.

[Comentario de Pablo] Pensamos que Aix-en-Provence prefiere usar el reclamo de "pueblo medieval" porque para la mayor parte de la gente resulta muy difícil distinguir entre el románico o lo barroco (o directamente no le importa) y queda mejor que directamente decir "pueblito europeo viejuno".

Durante el paseo nos dejamos caer por la catedral, que como rasgo peculiar tiene un baptisterio del siglo VI que, como originariamente estaba en el exterior, pues ahora es como un buche con un batiburrillo de estilos que le sale en un lateral. Intentamos entrar en otra iglesia, pero como estaba de obras por dentro pues nada.


La catedral y su espectacular órgano

Después de comer nos fuimos de paseo a un parque "típicamente francés" que estaba un poco alejado del centro. El parque fue bastante meh, porque además de enano era muy soso, así que nos sentamos un rato, nos quedamos fríos y nos marchamos. Lo más interesante de la excursión es que nos encontramos con una tienda de juegos de rol de camino, así que la mar de ilusionados nos metimos y nos encontramos con que tenían una mísera estantería dedicada a juegos de rol y además estaba bastante vacía. ¡Vaya timo!


El cartel tenía solera


La parte posterior de la tienda era una zona de mesas para jugar

Para compensar un poco durante el paseo previo nos habíamos cruzado con una librería de temática fantástica, terror y cine. Tenía muy buena pinta pero todo estaba en francés, ains! Spoiler: Pablo se compró un libro de sagas islandesas por la tarde antes de que cerraran.

[Comentario de Pablo: esta librería, llamada le Lagon Noir, era pequeña pero muy coqueta y me aventuré a comprar una traducción de sagas islandesas al francés porque, más allá de los dobles o triples significados, el vocabulario que a veces emplean no es particularmente sofisticado]

Con este fracaso en forma de parque de estilo francés, nos fuimos al Museo de los Tapices que se encuentra en la antigua casa del Arzobispo. El museo es bastante pequeñito con tres o cuatro salas exhibiendo la colección de tapices casi todos representando alguna escena de El Quijote y que se encuentran muy bien conservados. La pena es que no estaba muy bien iluminado y se le notaban los años. La sorpresa fue una pequeña muestra de la obra de la artista japonesa Chiharu Shiota que realiza obras visuales usando como material principal el hilo. Hace un par de semanas me había cruzado con una noticia sobre ella en La 2, así que algo me sonaba. En el Museo de Tapices tenía dos obras, una llamada State of Being (Chairs) y la otra The Network*. Esta última es especialmente intensa y puede que perturbadora porque puedes caminar bajo esa bóveda de hilo rojo y a veces parece que caminaras por el interior de una persona entre los vasos sanguíneos. Pablo hizo una fotos muy curiosas.


Angela ¿bajo? la obra de arte The Network. En blanco y negro también queda curiosa.


Esta obra de arte con las sillas como volando nos gustó mucho

Otra obra de esta artista llamada I hope se encuentra en una iglesia cercana, así que nos acercamos para verla y nos gustó mucho también.

Tras el fracaso del jardín de estilo francés Pablo se había quedado con ganas de verde, así que me arrastró a un camino en las afueras para ver algún árbol. Otro timo, el camino es un caminillo de ná que cruza un barrio y punto. Creo que el pobre no se lo veía venir tampoco.

De vuelta hacia el centro nos cruzamos con unas señoras que nos interceptaron porque una era española de Coruña y le hacía ilusión o algo. Realmente no. Eran testigas de jehová que intentaban captarnos en plan ohhh españoles, hablemos, qué bien! pero que tenían aviesas intenciones. Que si la Biblia esto y lo otro y yo no me hables de la Biblia que he ido a un colegio de monjas y ya me la sé. Así que les dijimos que no y nos piramos.

Os interesará saber que a mi legendaria incapacidad para identificar prostitutas se una ahora la de identificar captadoras religiosas. En mi defensa diré que no llevaban el típico stand que llevan en Madrid y claro, así pues no vale.

[Comentario de Pablo] Lo de las prostitutas sin contexto queda raro. Baste decir que ha habido un par de ocasiones relevantes en donde yo he comentado que una mujer o unas mujeres eran prostitutas y Angela lo negaba incrédula hasta que las señales se fueron haciendo evidentes. Cuando estas tres mujeres nos pararon yo tenía clarísimo que eran captadoras de alguna secta religiosa. Al poco ya deduje que eran testigos de jehová (nunca lo llegaron a decir pero es fácil reconocerlas por cómo van tanteando los temas hasta llegar a hablar de la Biblia). Me pareció muy divertido ver cómo Angela iba respondiendo a sus preguntas "polite" sin darse aún cuenta de lo que realmente tramaban. Cuando empezó a quedar claro que para ellas ya tocaba ir en serio a hablar de la Biblia, dejamos claras nuestras posturas sin ser confrontacionales (Angela no dijo que había apostatado, por ejemplo) y salimos corriendo confiando en que la librería estuviera aún abierta (véase spoiler arriba).

Para rematar el día fuimos a cenar a un japonés en Aix-en-Provence que tenía muy buenas reseñas y que resultó que ni japonés ni porras. Era una mezcla de japonés y coreano y lo que pedimos japonés era regulero y japonés de pacotilla. Además tenía una serie de letreros en japonés por el techo que a mí me parecían más frases sacadas de cualquier lado que japonés de verdad. En una ponía "¿Qué significa esta palabra?" que como frase para poner en el techo de un restaurante es un poco rara.


Cara de Angela cuando está pensando "¿pero esto es japonés?"

[Comentario de Pablo] Un japonés muy cuco que era todo apariencia. A veces pasa, incluso con super reseñas. Empecé a sospechas cuando Angela frunció el ceño cuando se puso a leer las paredes. Eso de ¿Qué significa esta palabra?" no deja de ser otro caso curioso del famoso meme "Translate server error".


Aix-en-Provence tiene todo el ambiente que le pidas al ser una pequeña ciudad universitaria

Hoy jueves el plan era ir al Parque Nacional de Calanques que está a las afueras de Marsella y que linda con un campus universitario. Se puede llegar muy cómodamente en un autobús urbano que se comparte con un montón de estudiantes que van a un campus en la misma zona. Una ventaja de ir en autobús es que hemos pasado por otras zonas de Marsella más alejadas del centro y que tiene otro aire. Si el centro puede ser caótico, sucio, variopinto y artístico, estas zonas son más tranquilas, residenciales y ordenadas. Algo como en Madrid, que según te alejas del centro las cosas cambian de aspecto.


Parte del paseo discurre a cierta altura antes de llegar al mar y hay vistas preciosas

Llegados al parque nacional, hemos encontrado un panel explicativo y poco más. Hay varios caminos señalizados para llegar a las calas que se asoman al mar. Nosotros nos decidimos por ir a un mirador y a una de las calas, la de Sugiton.


Brezo mediterráneo "Erica multiflora"

El camino es muy cómodo, está bien señalizado y estaba muy tranquilo. Aparentemente en verano es una verbena y hay que reservar para poder entrar al parque pero ahora mismo te cruzas con algunas personas solo de vez en cuando.


Un trocito característico del parque nacional, nótese la piedra blanca

En cuanto a la dificultad, la mayoría es por pista de grava o por cemento y casi hasta el último tramo en el que para bajar a la cala hay que ir un poco por las rocas, no hay la mayor dificultad. La verdad es que lo peor ha sido el viento porque hacía un día muy bueno de sol y temperatura agradable pero el viento era un poco molesto.


El viento se aprecia un poco en esta foto

Aún así hemos disfrutado un buen rato sentados en la cala comiendo nuestros bocadillos, viendo a la gente bañarse en el agua limpísima y a algunas valientes saltar desde la peñas.

[Comentario de Pablo] Este paseo tenía para mí dos objetivos. El primero y más obvio, disfrutar de un entorno de roca calcárea y bosque mediterráneo. Por cierto, que parte de la culpa de la luz de esta región la tiene el albedo de la roca calcárea blanca, muy curioso. El segundo objetivo era servir de un pequeño entrenamiento para paseos más largos y duros el resto del viaje.


En este rincón estuvimos degustando nuestras baguettes

Afortunadamente esta noche hemos acertado con la cena. Nos hemos decantado por un restaurante palestino en el distrito de las artes y hemos cenado fenomenal.


Angela en la "Brasserie Comunale, donde tomamos unas cervezas previas a la cena


Una plaza del barrio de Nôtre-Dame, muy concurrido y animado

[Comentario de Pablo] Este pequeño restaurante de dos plantas, llamado Jersusalem, tenía todo fresquísimo y riquísimo pero sobre todo un M'tabbal alucinante.

Terminamos con té de menta y postres tipo baklava deliciosos