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Japón en Octubre by ghilbrae

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Este post fue originalmente un diario de nuestras andanzas durante  nuestro primer viaje a Japón. En lugar de ‘migrarlo’ a este blog post por post he preferido recogerlo en una sola entrada, tres años después  no tiene mucho sentido volver a escribirlo entrada por entrada, no?

Inicio

posted by Pablo on Wed Oct 4 2006.

Aquí estamos con un blog (o algo, porque no se puede comentar)  estrenado exclusivamente para cubrir el viaje de dos semanas a Japón de  Angela y yo.

Nuestro propósito es ir escribiendo sobre la marcha nuestras  impresiones (con fotos) de la cultura local. En fin, curiosidades,  anécdotas, impresiones… Lógicamente, se notará cierto sesgo en los temas  tratados (tecnología, infraestructuras, sociedad, idioma, gastronomía)  pero esperamos que pueda resultar interesante. Como mínimo quedará como  un diario que luego podremos compilar y maquetar en un documento.

Eso sí, esperamos que en Japón podamos encontrar fácilmente acceso a  internet con teclado occidental porque de lo contrario aquí se acaba la  historia.

Nota: los autores son Pablo y Angela.

Walkie-talkies

posted by Pablo on Thu Oct 5 2006.

Por sorprendente que parezca, en Japón sufres un apagón tecnológico.  Nuestro móviles parecen que se quedan en un limbo de comunicaciones y  sólo sirven como calculadora. Es lo que tiene ir al país del I-Mode. Si  unimos ese hecho a que Angela y yo probablemente nos separemos en algún  momento (sobre todo en Tokio) conviene tener un dispositivo móvil que  nos permita comunicarnos.

Por eso, hace un par de semanas compramos unos walkie-talkies (los  Alan 777) que operan en un rango libre de frecuencias por el que no hay  que pagar. No funciona en todos los países y, de hecho, no se aplica esa  norma en Japón pero afortunadamente no supera unos límites de potencia  establecidos.

Estos walkie-talkies poco tienen que ver con los clásicos mamotretos  con los que jugábamos de pequeño y que en cuanto te alejabas 30 metros  te obligaban a usar el código morse. El alcance de este tipo de walkies  es de casi 5 km.

Además, no existe el concepto tradicional de “cobertura” porque sólo  se necesitan a sí mismos (y pocos obstáculos entre ellos), con lo que se  pueden usar en sitios cerrados y complejos como… el metro de Tokio.

Otra opción habría sido alquilar unos móviles allí pero me da  bastante pereza firmar contratos, cláusulas, etc con el japonés de por  medio. Además, esta inversión me seguirá rentando a la vuelta  (excursiones a la montaña u organizaciones de eventos –léase merith–).

Peticiones

posted by Angela on Thu Oct 5 2006.

Parece que una visita a Japón te procura amigos donde no pensabas que  pudieras tenerlos. Hace algunos años eran obligados los cargamentos de  vaqueros o deportivas cuando se viajaba a Estados Unidos, ahora, al  visitar Japón, se vuelven obligatorias las montañas de CDs, DVDs y  cualquier tipo de material electrónico que a uno se le pueda pasar por  la imaginación.

No tenemos mayor problema en traer unas cuantas cosas para nosotros y  para otros -la lista de mi hermana pequeña casi triplica la nuestra-.  Lo más interesante es descubrir que personas que fingen ignorarte cuando  pasan a tu lado, de repente se convierten en amigos de toda la vida, me  siento como si me hubiese tocado la lotería.

Tampoco quiero extenderme mucho con este tema, no merece la pena.  Sólo un aviso para los confiados viajeros a la Tierra En La Que Nace El  Sol, procurad ser discretos y que la Buena Nueva no se propague más allá  de vuestros deseos u os veréis en un trance del que podría ser difícil  salir airosos.

El viaje en avión

posted by Pablo y Angela on Sun Oct 8 2006.

Pedimos disculpas de antemano por la falta de tildes pero bastante es  ya poder usar un teclado japones, que mezcla caracteres hiragana con el  alfabeto romano.

El viaje en avion fue bastante bien. La parte de Madrid-Amsterdam ya  la conociamos y no habia nada de especial. Estuvimos solo un par de  horas en el aeropuerto de Schipol.

Por el contrario, el viaje desde Amsterdam a Tokyo si que fue otra  cosa. En primer lugar eran unas once horas de vuelo casi todo el rato de  noche y en segundo ibamos en un Airbus 330, que no tiene nada que ver  con los aviones que solemos usar para vuelos domesticos.

Aparte del buen trato que nos dieron la gente de KLM (tentepies cada  poco tiempo), teniamos un servicio multimedia de ocio por asiento que  aquellos que vuelen habitualmente en estos aparatos ya conoceran. Lo  interesante es que, no sabemos muy bien como, Angela se quedo con un  pantalla personal congelada. Al cabo del rato, vimos aparecer una pagina  de arranque de Linux que finalmente daba paso al menu de juegos,  peliculas, etc.

Todo apunta a que las pantallas del respaldo eran dispositivos  empotrados con un linux kernel 2.4.3x (muy usando en aparatos de este  tipo) que se conectaba a algun tipo de servicio de streaming de video y  juegos a un servidor en algun lugar del avion.

Mañana contaremos nuestras primeras impresiones de Tokyo, que ahora estamos cansados.

Primer dia en Tokyo

posted by Angela on Thu Oct 12 2006.

Nuestro primer dia en Tokyo fue muy interesante, la sensacion de  estar en el otro lado del mundo esta un poco mitigada por el hecho de  estar en una gran ciudad, sin embargo, rapidamente se siente uno  extranyo al no poder ubicarse. A pesr de que la mayor parte de los  carteles estan en ingles y japones, el no entender muchos de ellos hace  dificil mantener las referencias y uno se siente mas extranjero. Parece  que todo el mundo sabe algo que nadie te ha contado.

Nuestras primeras impresiones de Tokyo son que es una ciudad bastante  limpia, las calles estan bien cuidadas, aunque es complicado encontrar  una papelera, debe de estar relacionado de alguna forma retorcida que no  llegamos a comprender. Hay una casi absoluta ausencia de perros, al  menos nosotros no hemos visto mas de dos o tres, y no hay ni uno solo de  sus “regalos”.

Nuestro segundo dia: Akihabara, a continuacion.

Akihabara (primer contacto)

posted by Pablo on Fri Oct 13 2006.

Antes de irnos a Kyoto, decidimos pasar un dia en Akihabara.  Akihabara es un barrio entero de gadgets electronicos, ordenadores,  mercadillos de informatica de segunda mano, calculadoras, portatiles,  etc. Ademas, al lado hay toda una zona dedicada al comic y video japones  (manga/anime) asi que en pocas palabras es un pequenyo paraiso para  viajeros como nosotros.

Imaginad calles y calles de gente con banderolas y megafonos gritando  su mercancia, que la vende barata y de calidad, que hay ofertas que no  se pueden rechazar, etc. Ahora pensad que esas mercancias son portatiles  de lujo como en Sony Vaio, o IPODs nanos a poco mas de 30 euros,  telefonos moviles rarisimos (que solo funcionan en japon) como si fueran  chucherias, videocamaras, monitores, discos duros portatiles…

Hay lugares enormes que parecen librerias atestadas de comics  japoneses pero en realidad son tiendas y puedes encontrar ejemplares  antiguos de series manga.

Akihabara no lo encontraras en ningun otro sitio. Lamentablemente, es  posible que algunos articulos (como el famoso Sony Vaio) solo se vendan  para residentes en Japon (si lo quieres por cuatro duros) pero eso  tendremos que investigarlo. Lo que si compramos fue un diccionario  electronico para estudiantes de japones y al que Angela ya le ha sacado  partido.

Contaremos mas cosas de Akihabara cuando volvamos a Tokyo y compremos regalitos.

Koyasan, o la cima de los hielos

posted by Angela y Pablo on Sun Oct 15 2006.

Despues de Kyoto nos dirijimos a Koyasan. Koyasan es un monte no muy  alto (no mas de 1000 m) pero que tiene importancia especial debido al  hecho de ser un lugar donde encuentras mas de cincuenta templos  budistas. De hecho, tiene hasta una universidad para una poblacion que  no supera los 10000 habitantes.

Koyasan tiene bastantes puntos interesantes, el primero de los cuales  es, sin duda, la propia llegada. Se hace a traves de un funicular que  sube una pendiente de mas de cuarenta y cinco grados a cuyos lados se  extienden los arboles de la zona. Es un paisaje digno de ver aunque solo  dura unos cinco minutos.

La idea era pasar una sola noche en este monte y hacerlo en uno de  los templos budistas que permiten la estancia. Elegimos uno recomendado  por la guia de Lonely Planet (por cierto, excelente guia y todo el mundo  aqui la lleva) que se llama EKO-IN y que llevan unos silenciosos y  estresados monjes que se alimentan de hierbecillas, por decir algo que  pudimos identificar en el menu incluido en el precio. La habitacion era  austera y gelida. Sin embargo, los banyos comunales estaban muy bien.  Imaginaos como serian la cena y el desayuno (aparte de coloridos) que al  dia siguiente sucumbimos al pecado de McDonalds repetidas veces (algo  nunca visto en Espanya).

Vimos el complejo de templos mas destacado de Koyasan, que incluia  algunos bastante grandes y otros muy antiguos y disfrutamos (aun  seguimos intentando definir la sensacion) del rito budista matutino que  nos desplegaron los monjes del templo donde dormimos. Ah, si, a las seis  de la manyana con un frio que pelaba e intentando mantener la postura  de sentados de rodillas. Pues eso, que seguimos intentando definir la  sensacion. Ah, el choque cultural…

Los 1200 ciervos de Nara

posted by Angela on Tue Oct 17 2006.

Nuestra siguiente etapa ha sido Nara. Tras abandonar las heladoras y  hermosas cimas de Koyasan nos dirigimos a la famosa, y muy turistica,  ciudad de Nara.

Al parecer hay varias cosas por las que es un destino turístico para  nacionales y extranjeros: Todai-ji, templo budista, Kasuga Taisha,  templo sintoista, y los ciervos del parque. A parte de eso una vez al  año exponen los tesoros nacionales chachiguais de la muerte, pero con la  suerte que tenemos empieza la semana que viene. Vamos, que entre todos  los templos en obras que nos hemos encontrado y las exposiciones y  eventos que empezaban o acababan antes y después de nuestra estancia,  parece que hemos venido en las únicas dos semanas del año en las que no  ocurre nada, al margen de las obras, claro.

Del primer día, el de nuestra llegada, no vamos a hablar mucho porque  yo, Angela, me lo pasé en el ryokan con fiebre, gracias al catarro que  me pegó mi maridito, bueno y un poco al frío de la noche en los templos…  Afortunadamente, teníamos el día siguiente entero.

Nara, para los turistas, consiste en una calle comercial con toda  clase de souvenirs y un “hilo musical” a través del cual una animada  japonesa habla de las maravillosas ofertas que se pueden encontrar en la  susodicha calle. Todo ello aderezado con una música de fondo que  parecía una mezcla entre los chicos del coro y un villancico hortera.

La zona del parque es bastante bonita y, al parecer, hay un bosque  bastante grande a las afueras. Paseando por el parque se puede llegar a  los lugares más interesantes. En Todaiji se encuentra un famoso Buda de  bronce impresionante, gigantesco, de dieciséis metros de altura y  cuatrocientas treinta y siete toneladas. De regalo vimos algunos retazos  de una ceremonia de celebración de los 1250 años de la fundación de una  escuela budista en el complejo de templos. Lamentablemente en Kasuga  Taisha, el templo sintoista, no pudimos ver mucho del interior porque se  estaba celebrando una boda tradicional, con unas sacerdotisas que  ejecutaban una curiosa y elegante danza. No fue un mal cambio.

Por último, los ciervos. En el parque de Nara los ciervos andan de un  lado para otro como los gatos por las calles de Torremolinos (mis  padres lo entenderán). El hecho es que ver un bicho de un metro de alto  perseguir a los turistas para que les dieran las galletitas que se  compraban para “alimentarlos”, no es como ver palomas en cualquier plaza  del mundo. Un dato, hay 1200 ciervos que van por todas partes, cruzan  los pasos de peatones, se tumban en las explanadas y que, además, son  tesoro nacional por aquello de que en la antigua religión japonesa eran  mensajeros de los dioses. En fin, que Pablo se hizo la foto de rigor  dándoles su heladito y tan contento.

Nota de Pablo: creo que no esta quedando suficientemente reflejado  pero el hecho de que Angela sepa leer japonés nos coloca en otra  dimensión turística. Algo tan simple como “es por ahí porque se lee X,  como pone en el plano” te ahorra las trescientas vueltas que dan los  demás. Creo que en más de una ocasión hemos pasado por alto el lío que  habría supuesto no haber interpretado correctamente un cartel o una  indicación de un lugareño (por ejemplo, cuando en Kyoto andábamos  perdidos buscando el ryokan, una señora se ofreció a llevarnos y menos  mal que Angela la entendió porque si no, yo le habría dado las gracias  tres mil veces y habría salido pitando pensando que era una loca del  lugar). Queda dicho.

Vuelta a Tokyo

posted by Pablo on Wed Oct 18 2006.

Tras Nara, volvimos a Tokyo. Nos quedaban cinco días más y aunque  Tokyo no tiene sentido como destino “cultural” en el sentido habitual de  la palabra, tiene sentido para ser visitado y comprender las  diferencias enormes que nos separan entre japoneses y europeos (o  españoles).

El shock que sufrimos al llegar hace nueve días ya no lo tuvimos esta  vez aunque no por ello dejamos de quedarnos con la boca abierta por  todo lo que ofrece la ciudad. Para que el lector se sitúe voy a intentar  hacer alguna comparativa con Madrid, que es la ciudad más parecida (por  decir algo) de España. En primer lugar la Gran Vía española sería una  callecilla más en el inmenso complejo de avenidas del centro de Tokyo.  Uno no se cansa nunca de girar una esquina y exclamar “¡Otra avenida  inmensa que podría ser la vía central de cualquier capital importante  del mundo!”. Es verdad que no hemos estado en las dos _otras_ ciudades  de esta categoría (Nueva York y París) pero me da la impresión de que  Tokyo las supera a ambas en gigantismo perfectamente ordenado.

Pongo varios ejemplos. La zona de Akihabara se llama a así misma “La  ciudad eléctrica” porque es enorme. Todo en Akihabara brilla. Esto  quiere decir que consume una cantidad espectacular de electricidad (en  Japón emplean sobre todo energía nuclear), más que una ciudad pequeña al  completo, seguro. Hay pantallas TFT con demos de juegos, trailers,  ofertas, promociones, etc. Los edificios suelen tener más de cinco  plantas pero, ojo, la tienda del piso 7 no tiene nada que ver con la del  piso 3. Por eso estamos siempre mirando hacia arriba como bobos. Dicho  de otra manera, Akihabara son unas siete áreas comerciales completas,  llenas de artículos electrónicos puestas una encima de la otra, cayendo  del cielo y formando las plantas de los edficios. La contaminación  lumínica aquí se sale de la escala. La zona abarca un área equivalente  entre Plaza de España y el Teatro Español (imaginad el rectángulo  formado por esos dos puntos que definen una diagonal principal).  Impresionante ¿verdad?

Bien, pues ahora imaginad dos veces Akihabara. Eso es más o menos  Shinjuku, otra zona de compras alejada de Akihabara que abarca varios  grandes complejos comerciales y en donde se puede comprar un poco de  todo (digamos que no está especializada en nada en particular aunque lo  electrónico tiene bastante peso). Otra zona al margen de estas dos es  Shibuya, más dedicada a la ropa, que tiene un tamaño intermedio. Estas  tres zonas; Akihabara, Shinjuku y Shibuya son zonas etiquetables. Aparte  tenemos regiones más o menos difusas en todo Tokyo como la de Ginza (el  barrio cool y rico, parecido a Serrano pero a lo grande).

Nos hospedamos en un hotel que está en lo que se conoce como Bahía de  Tokyo, en una isla en frente del puerto de Tokyo. El hotel es bastante  imponente, con un hall espectacular y unas buenas habitaciones. Este  hotel de la isla forma parte de todo un complejo construido en la isla  que tiene sus colegios, viviendas, rascacielos de empresas, zonas  comerciales (son como varias Ciudades de la Imagen apretejudas), etc. De  manera que podrías nacer y morir en esta isla y tenerlo todo cubierto  (incluso tienen su propio parque de atracciones). Además, la línea de  ferrocarril Yurikamome propia de la isla, la conecta con el centro de  Tokyo y cuando te subes te parece estar en una atracción de DisneyLandia  porque vas al nivel de un tercer o cuarto piso y puedes ver a los  edificios de cristal y sus trabajadores dentro reunidos o mirando sus  pantallas.

Da la sensación de que somos como un par de paletos que estamos  constantemente diciendo “Caramba!” pero hemos viajado ya a varios países  y Japón no tiene nada que ver con ellos (Inglaterra/Escocia, Irlanda,  Francia, Italia, Portugal y Holanda). Lógicamente se nota mucho más en  Tokyo.

Algunos recordarán algo de una crisis económica en Japón a principios  de los noventa. Esa crisis se dio por zanjada hace unos cuatro años y  ahora el consumo está creciendo. Aún tiene que desperezarse más porque  el consumidor sigue tendiendo algo de desconfianza en sus gastos pero en  la calle notas que la gente gasta constantemente, en cualquier tienda  por rara que sea. De hecho, Tokyo parece más una ciudad de comercios que  una ciudad para vivir. Sobre los japoneses diremos más en otro  comentario pero hay varias cosas que os podemos adelantar.

  • Están por todas partes y van a todos los sitios.
  • Ellos visten siempre de traje negro, camisa blanca y corbata oscura.  En hora punta el metro o el tren de Tokyo parece un ejército de Men In  Black.
  • Ellas visten de todas las formas imaginables. Desde discretas, pasando por tradicional japonés, lolitas o directamente horteras.
  • Ambos, ellos y ellas, no conocen lo que es una plancha de vapor.
  • No hablan por el móvil salvo rarísimas ocasiones. Eso sí, observan  sus enormes pantallas como embobados. Angela tiene una teoría sobre su  necesidad de recibir instrucciones anti-emociones de una corporación  central (quien haya visto Equilibrium lo comprenderá mejor). No se oye  nunca una melodía de móvil. Sólo, ocasionalmente un ruidito de  vibración. Hay cobertura en el metro, por cierto. Si en hora punta  sonará un 10% de los móviles de los japoneses, el metro estallaría en  una gran explosión de resonancia.
  • Se ven pocas parejas jóvenes (novios). Mucho “los chicos con los chicos y las chicas con las chicas”.
  • Se palpa al mismo tiempo un puristanismo en las formas y un mensaje  subliminal (o no tanto) sexual en todos los carteles para jóvenes. Hay  momentos en donde un europeo se siente incómodo pensando que Tokyo es  una urbe en donde se permite la pedofilia. Sin embargo, sólo puede vivir  en las fantasías de los jóvenes porque sabemos que está muy perseguida.  Hay demasiado mensaje Lolita que aún tenemos que digerir.
  • Tokyo será todo lo moderna que queramos pero usan las bicicletas  muchísimo. Todos. ¿Por qué? Porque es un medio de transporte utilísimo  en el laberinto de calles más o menos llanas.

De todas formas, repito que estamos confeccionando una larga lista de  “lo que se ve en Japón y lo que no se ve en Japón” para resumir  fácilmente las impresiones sobre las expectativas de Japón para  españoles de Madrid.

Compras hasta la fecha

posted by Pablo on Thu Oct 19 2006.

Indudablemente, uno de los atractivos de venir a Japón es que íbamos a  tener acceso a una serie de productos que nos atraen (informáticos) a  un precio interesante o simplemente disponibles.

Aparte de las compras de encargo de amigos y familiares, hemos hecho algunas para nosotros mismos.

  • Diccionario electrónico Canon G70. Se parece mucho a esas agendas  electrónicas de antes, en monocromo. La diferencia es que tiene un stick  y la pantalla es táctil. Es un ejemplo impresionante de cómo analizar y  estructurar un idioma tan complejo como el japonés. Es un apoyo para  los propios japoneses y el modelo que compramos se recomienda también  para estudiantes extranjeros de este idioma. (Angela).
  • Portátil Panasonic CF-W5. ¿Que no os suena que Panasonic fabrique  portátiles? Es que apenas salen de Japón. La próxima semana saldrá un  modelo llamado CF-W5 que pesa 1.199kg, viene con carcasa de aluminio,  Core Solo, DVD-RW, 60/80GB, bluetooth, pcmcia, dos usb, 12.1″, lector de  tarjetas, etc (lo que se le exige a todo ultraportátil). Eso sí, tiene  una batería excepcional que dura unas 8 horas (aunque prometen 12 horas  bajo ciertas condiciones pero es algo demasiado increíble).  Afortunadamente, pude comprarme un modelo de éstos antes de esa fecha (y  no fue uno de exposición). La verdad es que no pesa nada y tiene un  magnífico teclado en japonés/inglés que ya he configurado en Linux (me  faltó tiempo para instalar una Fedora Core 5 que encontré en una revista  japonesa) para que entienda el español. También me compré una batería  adicional que me debería dar una autonomía total de unas 15 horas.  (Pablo).
  • Una PSP negra con dos juegos (Valkyries Profile: Lenneth y Samaurai Warriors). (Angela).
  • Un sobre de Magic (juego de cartas coleccionable que tengo algo olvidado), la nueva expansión Time Spiral, en japonés. (Pablo)
  • Un libro sobre el Japón moderno. The Japanese Mind. 28 artículos  breves sobre otros tantos temas de interés sobre el Japón actual.  (Pablo)
  • El juego de rol Vampire: The Masquerade 2nd Edition, por solo 1500 yenes (unos 10 euros, nuevo). (Angela)
  • Unas botas negras altas (de cordones y cremallera larga) Doctor Martinss. (Angela).
  • DVD en japonés con subtítulos en inglés de “Mimi o sumaseba”, una de las mejores películas de Miyazaki. (Angela y Pablo).

Probablemente aproveche y caiga un kit de Lego Mindstorms NXT (nueva  versión del kit de desarrollo de robots programables de Lego) y alguna  cuchería más, como un Señor de los Anillos en japonés o, mejor, un  Silmarillion. Es curioso pero hay que irse a Japón para comprarse un  producto inglés (las botas) y otro danés (lego mindstorms). Eso dice  mucho del mercado español y las modas…

Seguimos en Tokyo

posted by Pablo on Fri Oct 20 2006.

Bueno, hoy es viernes por la mañana y estamos a un día de volver.  Creo que a ambos se nos ha hecho corto el viaje y eso que hemos ido de  aquí para allá. Hemos visto Tokyo, Kyoto, Koyasan y Nara. En principio  hemos realizado un viaje mezcla “estándar” o “recomendando” y  “personal”, lo que era de esperar por nuestras afinidades particulares.

Ayer estuvimos en los edificios del gobierno metropolitano de Tokyo.  Es una construcción imponente, de unos 240 metros de altura con un  mirador en una de las plantas superiores. Nos gustó mucho el diseño  exterior (muy copiado en Anime y Manga futuristas) e interior (parecido a  un chip gigantesco). Seguimos paseando por la zona de Shinjuku que  apenas habíamos tocado y descubrimos que existen callejuelas y pasajes  oscuros y bladerruneros al lado de grandes avenidas comerciales. Dicho  de otra manera, hay sitios donde hay colillas tiradas por el suelo ¡y  nosotros sin saberlo! Por cierto, Coca Cola tiene aquí un producto local  de té verde frío que está asqueroso (le falta azúcar, algo  incomprensible para Coca Cola pero no para el paladar japonés).

Comimos bien y barato en un lugar llamado La Pausa (italiano con  pizzas ultrafinas) después de encontrar una cámara de fotos para Ana a  buen precio. Entramos en una librería bastante enorme (con ascensoristas  femeninas que no paran de hablar suavecito) y Angela encontró el libro  de texto de 3ro de Japonés que se usa en la Escuela Oficial de Idiomas  de Madrid, así que se ahorró encontrarlo a la vuelta. Después, nos  fuimos por última vez a Akihabara para encontrar una tienda de robots  que se nos pasó las dos veces anteriores (Tsukumo Robot) y me compré el  kit de Lego Mindstorms NXT que salió a principios de año. Dimos otro  paseo y volvimos al hotel. Mientras Angela disfrutaba de su PSP, yo  montaba el modelo de prueba de Lego Mindstorms (unos 30 minutos con  cincuenta piezas) e hice algunas pruebas. El kit de Lego tiene lo  siguiente:

  • Más de 500 piezas de estilo adulto. Desde enanas hasta bien largas.
  • Un núcleo que tiene el procesador, la memoria, los conectores y la pantalla
  • Un sensor de intensidad de luz y de cromatismo.
  • Un sensor de sonido (mide decibelios).
  • Un sensor de presión (para saber cuándo has tocado algo o has llegado a algún sitio, útil para robots que cogen cosas).
  • Un sensor de ultrasonidos. Una especie de sónar que te indica a qué distancia está un objeto en frente.
  • Tres motoroes para hacer grirar lo que quieras y que tienen control total sobre el número de vueltas y su velocidad.

Vamos, que llamarlo juguete no es del todo justo (se puede programar  visualmente con un software para el PC o con un lenguaje llamado NQC que  se parece bastante a C y que permite control total). En la misma tienda  vimos modelos de robots japoneses, uno de los cuales valía unos 3.200  euros y el resto rondaba los 600. Así que mi kit por poco más de 200  euros era lo maximo que podría haber comprado y tan contento que me fui.  Además, puedo inventar cientos de robots diferentes con un solo kit.

Fuimos de nuevo al hotel y decidimos darnos una vuelta por esta  especie de isla artificial en donde nos encontramos. Miramos la guía y  fuimos a ver dos centros comerciales cercanos, AQUACITY y DECKS. En una  sola palabra: IMPACTANTE. Son enormes. Pero eso no es lo interesante.  Tienen zonas de restaurantes que parecen pueblecitos reconstruidos a  escala. Es como si hubieran cogido una calle de Siena y la hubieran  transportado aquí sólo para al final te metas en un restaurante italiano  gigante y muy decorado. En Decks pudimos pasear por la reconstrucción  de un bazaar asiático con tiendas llenas de artículos de hace más de  treinta años. La iluminación, los sonidos, todo te hacía parecer que  estabas en un tugurio de Shangai comprando juguetes de los años 50.

Los paseos de Odaiba son bastante bonitos. Hay una vista espectacular  de Tokyo (el mar hace mucho con las vistas tipo skyline…) y está todo  limpio y cuidado hasta el último detalle.

No creemos que vayamos a escribir otro comentario más mientras  estemos en Japón. Supongo a la vuelta (ag) haremos algún resumen y lo  terminaremos.

Y, al fin, las fotos

posted by Angela y Pablo on Sun Jan 21 2007.

Después de tanto tiempo están aquí. Son unas cuantas fotos  seleccionadas entre todas las que hicimos y entre las que pudimos  recuperar -el contínuo paso por los arcos de los tres aeropuertos que  visitamos durante el viaje de regreso, dejó algo maltrecha la tarjeta de  nuestra cámara de fotos-. Pero nunca es tarde si la dicha es buena.

Hemos intentado que sea una selección representativa de todo lo que vimos.

Japan 10-2006
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