DragonCon 2013: Día 1
Dicho esto, no podemos decir que sea perfecta pero desde luego es una convención a la que merece mucho la pena venir, incluso tres años consecutivos.
Pero empecemos con la crónica del primer día.
Empezamos a las 10 de la mañana, cada uno por su lado, tenemos intereses comunes pero nuestras prioridades cambian ante la perspectiva de una cola de una hora. En primer lugar asistí a un panel sobre Torchwood en el que estaban Eve Myles (encantadoramente mordaz y gamberra), Gareth David Jones y James Marsters.
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A continuación volví a intentar ir a la presentación de** John Barrowman** (conocido por Doctor Who, Torchwood y Arrow) y, por segundo año consecutivo, me fui sin entrar por el increíble tamaño de la cola, en fin. Con ánimo de no perder el tiempo decidí ir a mi segunda opción, What’s your gamer type? Este panel fue muy muy interesenate y se trataron algunos aspectos sobre los tipos de jugadores (tanto de rol o tablerao como de videojuegos) que hay y lo que esto influye en la forma que afrontan los juegos y su interacción con otros tipos de jugadores. Creo que en breve escribiré un post más extenso sobre esto porque puede ser útil para los roleros en general.
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Para seguir con la racha de las series, nos separamos de nuevo y me fui a un debate sobre la desigual séptima temporada de Doctor Who. Como siempre, la gente no se pone de acuerdo, pero en general no parece que esta temporada haya entusiasmado mucho, desde el regulero episodio de adiós a los Pond hasta los poco coherentes episodios con la nueva acompañante, no da la impresión de que Moffat tenga muy claro qué quiere hacer con la serie.
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El track de Electronic Frontiers Forums (EFF) había sido los dos años anteriores uno de mi favoritos y fui allí para escuchar a Randal Schwartz hablar de Aaron Swartz en** “Remembering Aaron Swartz”** tras su suicidio este pasado enero. La historia es relativamente conocida para el mundillo del hacktivismo y quise participar de este póstumo homenaje. Se comentaron los detalles procesales que llevaron a la sobre-acusación por parte del estado contra este joven genio y se reflexionó sobre el impacto que este tipo de acciones puede tener sobre la sociedad, haciéndola más cauta y “plana” y no menos curiosa y audaz.
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Después de tanto panel y un alto para comer algo nos dimos una vuelta por las tiendas en su nueva localización, una especie de centro comercial gigantesco. El lugar parece mejor que el de los años anteriores, pero no sé si ha sido por la disposición un tanto caótica, pero el sitio invitaba a todo menos a quedarse allí mucho tiempo. Así que nos fuimos un tanto desespereados ante la imposibilidad de hacernos con el sitio y de encontrar algunos de los puestos que recordabamos de años anteriores.
Después de tanto paseo nos fuimos a un panel de Star Trek: TNG con* Marina Sirtis*, Michael Dorn y John De Lancie (Q) para disfrutar, una vez más, de las anécdotas de Star Trek y del buen humor de los actores intercalados con los comentarios más que ácidos de Marina, nada que ver la mujer con el personaje un tanto dulzón de Deanna Troi. Me gustó muchísimo.
Para terminar nos arriesgamos con un panel sobre raza y género en los comics. No íbamos muy confiados y cuando empezaron presentando a unos panelistas pseudoacadémicos que lo mismo podrían haber sido expertos de blog, en el sentido de que parecen hablar de las cosas como cualquiera que se hubiera leído un par de entradas de la Wikipedia, nos alegramos de habernos sentado cerca de la puerta para poder huír en cuanto nuestro umbral de chorradas se hubiera superado.
El primero hacía un especie de charlita comparando la representación de la mujer en el arte con su representación en los comics. Ejem, de verdad que estoy tan encontra de la explotación del cuerpo femenino como objeto sexual para el placer de los lectores masculinos como para rellenar páginas y páginas sobre el tema pero el absoluto desprecio por un estudio profundo del tema y el desdén por profundizar en el contexto histórico de una serie de cuadros elegidos al tuntun por ser representaciones de mujeres desnudas, nos dejó con cierto mal humor. Una segunda parte tontorrona en la que se analizaba sin profundizar la idoneidad de que escritores varones blancos escriban personajes de los grupos no privilegiados remató la faena dejando dos temas interesantes en un despropósito del que huímos antes de arriesgarnos a padecer las preguntas de la audiencia.
La última charla antes de retirarnos fue una charla sobre criogenia, eso de congelarse para que te resuciten en el futuro. Aunque podría haber sido interesante, tener a dos flipados de ello obviamente entregados a la idea y ningún análisis real de las implicaciones sociales, éticas o humanas del tema nos volvió a dejar bastante fríos y nos marchamos de vuelta a nuestro hotel antes de que terminara antes de que el jet lag acabara con nosotros.