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Día 3, seguimos en la DragonCon by diacritica

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El sábado 3 de septiembre amaneció igual de soleado y cálido que los  anteriores. Desayunamos en el Waffle House cerca del hotel, un  establecimiento no muy grande pero abarrotado de empleados que bullía de  actividad. Nos tomamos un desayuno potente y fuimos a quemar  esas 3000 calorías a la DragonCon. Con nuestro pase de 4 días para el  metro, se nos hacía muy cómodo y relativamente económico (para  estándares americanos) el uso del transporte público.

Al llegar, Angela se dirigió a las tiendas para echar un vistazo y yo  me dirigí al Walk of Fame, donde unos 40 famosos se encontraban en una  enorme sala para firmar autógrafos. Mi intención era volver a ver a Wil  Wheaton, que volvía a tener la cola más larga, y pedirle un favor  particular; que rellenara los datos más importantes de una hoja de  personaje del juego de rol Aventuras en La Marca del Este, en el que  participo indirectamente. Se lo pedí “a cambio” de haberle dado Angela  el dado de 20 caras el día anterior y aceptó encantado mientras le  aseguraba que jugaría su personaje como un auténtico “capullo”, algo que  le pareció perfecto.

Tras esto, me encontré con Angela en la charla-panel “These are the  ways the world will end” en donde Phil Plait y amigos repasaban  rápidamente cinco o seis formas en las que la humanidad podría  desaparecer. Estuvo bien aunque creo que Phil Plait acapara demasiado  tiempo de otros ponentes menos conocidos. Se comentó desde el clásico  asteroide hasta supervolcanes (un término nada científico, como se  apresuró a corregir una timidísima ponente con la misma voz que Felicia  Day).

Tras esto, y viendo que la tarde venía cargada, decidimos tomar un  tentempié. Ni recuerdo lo que fue ni probablemente merezca la pena ya  que una constante en la DragonCon es que hemos comido mal. No  grasiento-horrible pero mal.

Teníamos muchas ganas de asistir a la charla “Old school D&D” por  los mismísimos Hickman pero aunque Tracy Hickman apareció a su hora,  Laura no. Aguantamos y aguantamos hasta que el retraso traspasó los 15  minutos. 15 minutos en la DragonCon son oro puro en determinados  momentos y el sábado por la mañana lo eran.

Aprovechamos esa salida temprana para hacer cola para el prometedor  panel “Star Trek: The Next Generation” con Brent Spiner (Data), Garret  Wang, Gates McFadden (Doctora Crusher) y Wil Wheaton (Wesley Crusher).  Esperamos en la cola algo más de hora y media y tuvo su recompensa ya  que ocupamos un par de sitios magníficos en el pasillo central. El Panel  fue extraordinario, con Wil Wheaton y su habitual sarcasmo (aunque aquí  se medía a un gran Brent Spiner que lanzaba buenos contraataques) y una  concienciada McFadden (seguridad social para USA, etc). Las preguntas  del público, aparente guion del panel, tenian una calidad muy desigual  pero eran bien recibidas y contestadas. Cierto es que Wil Wheaton es de  unos años acá un imán para los fans y la mayoría de las intervenciones  eran para que él respondiera.

Tras este panel nos fuimos a la zona de tiendas y fui a buscar el  stand de Holistic Design, padre del juego de rol Fading Suns, para  buscar el autógrafo de Andrew Greenberg, su autor (así como de Vampiro).  No estaba, pero me prometieron que lo encontraría el día siguiente  entre las 13h y las 18h. Con esto nos fuimos a la zona de los artistas y  vimos muchas buenas láminas y dibujos (todos en venta). Contigua a este  enorme espacio, se encontraba una gigantesca explanada de pasillos y  cubículos con dibujos, láminas, cuadros, figuras, etc, que eran  subastados al puro estilo eBay. Se parecía mucho a un museo pero los  artistas estaban ahí para preguntarles y podías llevarte a casa sus  obras.

Tras esta improvisada actividad “cultural”, nos fuimos al banquete de  la DragonCon. Se celebraba en el Hyatt y cuando llegamos vimos que se  trataba de una disposición de mesas tipo boda y con un gran escenario  presidiendo. En una de las mesas estaban William Shatner, Richard  Garfield y Michael Whelan entre otros, que posteriormente serían  recompensados como invitados de honor de la DragonCon.
En nuestra mesa se sentaron también otras dos parejas. Con una tuvimos  la oportunidad de hablar pero el hombre me pareció un imbécil agonías  que siempre pedía el plato del comensal ausente para repetir y me dio  mala espina en cuestiones racistas (llevaba unifome de Star Trek  Enterprise, WTF!)

Hubo diversas actuaciones, la primera de las cuales fue un claro  ejemplo de vergüenza ajena y el resto mejoraron, sobre todo con James  Darren cantando a Shatner y recordando anécdotas de su juventud. Hubo  diversos premios a los hoteles y a los invitados de honor (Richard  Garfield estuvo muy gracioso cuando reconoció que no podía evitar  calcular número de comensales y cubertería al entrar en la sala), un  poco de autobombo y poco más. Bueno, en realidad sí que hubo algo  importante. Todos los “pesos pesados” de la organización de la DragonCon  que desfilaban y hablaban eran personas de edades muy respetables y las  bromas y payasadas que hacían me parecían no sólo genuinas sino  difíciles de encontrar en otro país; realmente estos señores nos llevan  décadas de ventaja.

Llegamos justo a tiempo para ver cómo se desalojaba la sala donde se  había celebrado un podcast en vivo de The Skeptics Guide to the  Universe, algo que no querría haberme perdido pero que 65€ por el  banquete y la no existencia de un programa de actividades hasta el  jueves me habían obligado a hacer. En una sala contigua, Phil Plait y  Kevin Robert Grazier (asesor científico en varias series de TV)  básicamente hablaron de lo que les dio la gana durante una hora. Quizá  el cansancio o demasiado Phil Plait me dejaron un poco tocado y caí  redondo en la cama tras un viaje en Metro hasta el hotel como sardina en  lata por el arranque de la temporada universitaria de fútbol americano  (me quedo con los dragoncon people, los otros eran casi tan brasas como  los JMJ boys).

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