Día 23. La sesión que más ha durado
Nuestras sesiones son largas. Muy largas. Nosotros no podemos quedar una vez a la semana o tener una fecha fija. Cierto es que nunca hemos sido de sesiones cortas, incluso cuando todos los de grupo éramos estudiantes y jugábamos varias veces al mes, nuestras sesiones duraban y duraban, nada de esas sesiones de dos o tres horas. Nuestras sesiones suelen ser de seis o siete.
De los últimos tiempos la sesión más larga que recuerdo fue una de** La Llamada de Cthulhu**. Fuimos a la casa rural de los padres de Pablo y nos pusimos a jugar por la tarde. La cosa se alargó y se alargó y se alargó hasta el punto que algunos de los jugadores se empezaron a quedar dormidos (entre ellos la hermana de máster). Nuestro máster, decidido a terminar la partida a toda costa siguió y siguió, imagino que pensando que ni de broma iba a conseguir volver a reunirnos a todos pronto, así que el hombre no paró.
Yo lo pasé muy bien, pero yo soy una persona nocturna, me paso el día llorando porque tengo sueño y en cuanto llaga la noche se me recargan las baterías. En el grupo hay una mezcla y yo entiendo que igual que yo por la mañana no podría estar tan atenta pues otros no lo están por la noche y esto hay que tenerlo en cuenta al organizar las partidas en la medida de lo posible.