Corea del Sur: Otro día en Seúl. Huyendo del mal tiempo
El segundo día que pasamos en Seúl decidimos empezar por el palacio Changdeokgung que es uno de los monumentos Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en Corea.
Los desayunos del Hide & Seek Guesthouse están realmente bien y el saloncito es curioso, al dueño se le ve muy fan de Europa, sobre todo de Francia.
El complejo, también de la dinastía Joseon, es bastante extenso y cuenta con una gran cantidad de edificios dedicados a diferentes usos: salón del trono, zona de trabajo, habitación privada del rey, de la reina, de la reina madre, etc. Además hay un "Jardín Secreto" y otro palacio anexo que también se puede visitar.
El pabellón principal de Changdeokgung. Se pueden apreciar dos jóvenes con hanbok yendo a hacerse unas fotos. Nos sorprendió ver mucha menos gente aquí que en el complejo de ayer, debería ser al revés.
Como llegamos a tiempo decidimos apuntarnos también a la visita guiada en inglés. La visita dura aproximadamente una hora y recorre los edificios más relevantes. Al igual que la del día anterior yo eché en falta un poco más de profundidad en la exposición, pero en este caso al menos tuvimos alguna anécdota histórica.
Vistas de "la calle" desde dentro de una de las pocas estancias en las que se podía entrar
Aunque el lugar es muy bonito, a mí me recordó mucho al palacio que habíamos visitado el día anterior y es por esto que en parte eché en falta esa profundidad en el tour que hiciera hincapié en el estilo, la historia, la relevancia o cualquier otro aspecto.
Dentro del recinto de la concubina
La parte que a mí más me gustó fue una construída para una concubina de uno de los reyes. Esta zona se diferencia claramente de las demás por la decoración. Al parecer el rey que construyó esta zona era bastante austero y en lugar de decorar los edificios con la profusión de colores que hay en los otros, decidió dejar la madera sin pintar y que la decoración se basase en motivos geométricos hechos con la misma madera.
En el jardín secreto, el nombre más comercial en la actualidad de los 5 que llegó a tener este terrenito
Después de visitar el palacio decidimos ir al "Jardín Secreto", que por lo visto es muy famoso y tal. Pagamos una entrada aparte y allí que fuimos. Aunque queríamos visitar el jardín a nuestro aire, no se podía. La única forma posible es con una visita guiada. En fin, nos unimos a la romería que era la visita guiada. El jardín no se ajusta al concepto que yo tengo del típico jardín ya que está lleno de construcciones y caminos perfectamente "asfaltados". Aunque la mayoría de los edificios son originales, no sabría que decir de los caminos, así que no sé si debo imaginarlo algo más "salvaje" para aproximarme más al concepto original o lo que vemos es lo que había y ya. En general es una visita agradable y lo sería mucho más si no fueras con 50 personas, jeje.
La primera parada del tour tratando de no fotografiar a la gente, en el centro hay un estanque parcialmente cubierto por nenúfares.
Pablo en un árbol con unas raíces chulas que después de él se convirtió en el sitio para hacerse fotos de todo el tour
Después de descansar un rato el cielo se encapotó y empezó a llover. La idea de la tarde era dar un paseíto por el río andando y en un barquito para poder ver las vistas de la ciudad en las dos orillas del río que la divide.
Un ejemplo de entre muchos más sobre la construcción de megaedificios en Seúl.
Nos bajamos en una estación que estaba a tomar vientos de nuestro destino, así que nos tocó andar hasta el paseo con una parada técnica para comprar un paraguas (Made in Spain, que somos muy patriotas y eso. #NO). La caminata no estuvo mal pero las zonas por las que pasamos tampoco es que aportaran demasiado, zonas urbanas de oficinas y viviendas con cero encanto o carácter. Estoy segura de que es un sitio agradable para vivir, pero más soso que el arroz hervido.
La bienvenida, clásico estilo coreano, en una de las terminales de la empresa de minicruceros.
En fin, que al final llegamos a un parque a orillas del río en el que cogimos el barquito en cuestión y nos dimos una vuelta (corta) por el río. Las vistas bien y tal pero para nada imprescindible...
Una de las atracciones del crucerillo era dar de comer camarones o similar a las gaviotas. A nosotros nos pareció una imprudencia (léase "guano") pero Pablo pudo sacar esta foto a cambio.
Para terminar el día cenamos en un sitio muy auténtico, a.k.a. atestado y de aspecto no muy limpio, y nos fuimos a nuestro alojamiento a decidir qué hacer al día siguiente.
Y aquí llegamos a lo del mal tiempo. Los dos días que hemos estado en Seúl no nos ha hecho un tiempo estupendo pero en una ciudad es bastante gestionable el hacer turismo con mal tiempo. El problema es que después de Seúl queríamos ir a una zona de parque natural o similares. Nuestras opciones eran la isla de Jeju o la zona de Seoraksan. Por más que mirábamos y comparábamos veíamos lo mismo en todas partes: mal tiempo en toda Corea, pero muy mal tiempo. Después de mucho mirar otras opciones no vimos nada equivalente y decidimos cambiar a otro plan urbano: nos quedamos en Seúl un día más y vamos a ver/probar el arco que encargamos antes de venir o nos vamos a Busan al sur del país. Para darle más emoción a todo dejamos la última decisión para el día siguiente dependiendo de lo que nos dijera el del arco.
Al final nos dijo que mejor otro día que ése le venía fatal, oooooh! Deprisa y corriendo nos buscamos un hotel en Busan y después de desayunar nos fuimos a la estación de tren a coger el primero disponible.
A pesar de todo lo demás, tanto el viaje como la llegada a Busan fueon muy bien. Llegamos con tiempo de dar una vuelta por un parque en el que antes había una base de los USA tras la guerra de Corea y nos fuimos a cenar a un sitio limpio de comida típica.
Pablo dice que Busan le recuerda a Bilbao
Ideas varias
Cosas un poco random que nos han llamado la atención hasta ahora o que nos han pasado:
- Los semáforos en Seúl hablan por los codos. Cuando le das al botoncito te sueltan una parrafada y cuando se ponen en verde otra. Como no entendemos nada de coreano hemos decidido que hacen preguntas históricas o culturales y tienes hasta que se pone en verde para pensar la respuesta. a mí me parece una idea genial y encima se culturiza al personal. Ahí lo dejo ayuntamientos del mundo...
- Mucha gente se alquila trajes tradicionales coreanos para visitar los palacios, de hecho los alrededores están llenos de tiendas de alquiler de trajes de este tipo. Ni idea del motivo.
Un ejemplo de Hanbok. Fuente: https://hanboksarang.com
Los hanboks que se ven alrededor de los templos. Fuente: http://monipag.com/alice-rousseau/2016/10/28/hanbok-traditional-korean-costume/
- Nos hemos colado dos veces en el autobús. Me explico. Compramos la tarjeta Seoul Pass, de esas que sirven para 1, 2 o 3 días y puedes entrar en los monumentos/atracciones que sea gratis o con descuento. Pues hasta ahora en el 100% de las ciudades en las que la hemos usado también incluye el transporte público. Así que por un lado asumimos que era igual que las otras y, por otro, el folleto hablaba de que también sirve de tarjeta para el transporte público pero no aclara que para eso la tienes que cargar. La verdad es que tampoco dice que esté incluido pero entre una cosa y la otra no nos dimos cuenta hasta que fuimos al metro y no pudimos entrar... Qué vergüenza (en retrospectiva por los dos autobuses donde nuestra tarjeta sonó con un triple pitido extraño)!!
- Después de tan poco tiempo aún no tengo una opinión muy clara sobre lo que he visto. Por un lado a veces me recuerda un poco a las ciudades de Japón pero mucho más sucias y desordenadas. Por otro lado, siguiendo con la comparación, la gente que observamos en las calles se comportan de forma muy diferente. Estos son pensamientos preliminares que se mezclan con el único país asiático que hemos visitado antes.
Pues por ahora esto es todo, en la próxima entrega nos dedicaremos a nuestra estancia en Busan.
Nota: este post ya va con un poco de retraso. Es culpa de Pablo, que no me pasa las fotos :P